07 julio 2015.- En numerosas oportunidades se señaló que la D.G.R de la Provincia impone un sistema de pagos a cuenta de ingresos brutos (retenciones, percepciones, recaudaciones bancarias) que genera a los contribuyentes en general una gravosa carga fiscal, al producir permanentes saldos a favor por la multiplicidad de sistemas que operan simultáneamente (ejemplo: un productor cañero cuando retira el azúcar del ingenio sufre una percepción, cuando vende a una empresa y le pagan le retienen y cuando deposita el cheque en su cuenta el banco le perciben: tres sistemas por una sola generación de ingresos).
Además ha abusado en la designación arbitraria de agentes de retención y percepción, haciendo uso de una delegación legislativa que consideramos ilegal, por cuanto tamaña responsabilidad debería surgir de parámetros concretos dados desde el Poder Legislativo, quien no puede dar una autorización en blanco para que la Dirección designe sin criterios conocidos y sin tener en cuenta la capacidad administrativa de las empresas para manejar un sistema de ese tipo.
Sería importante que la Dirección de a conocer las normas internas que definen a quienes se designarán y cuáles son los parámetros a considerar, para que las empresas puedan conocer quiénes serán sujetos y en qué condiciones y no sucedan casos donde se designa a una empresa y no a la competencia.
También sería muy importante que se de a conocer la información de las suma generadas en saldos favor de los contribuyentes, porque es un pasivo del estado que muchas veces no se tiene en cuenta y es una carga fiscal que deberá ser devuelta a sus legítimos titulares.
Para eso la Dirección deberá simplificar los trámites de pedidos de devolución y compensación que hoy se han transformado en un camino sin retorno, pues es una gestión casi imposible ante los impedimentos que se generan para desalentar la realización de estos trámites. Si el Estado generó una deuda (los saldos a favor), debiera hacer los mayores esfuerzos para reconocer tal situación y reintegrar lo percibido indebidamente. Lamentablemente no parece ser la política de la actual Dirección de Rentas.