El funcionario minimizó el rol de profesionales
El CGCE de Tucumán repudió las declaraciones periodísticas del titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos Alberto Abad, quién opinó que los cambios en el sistema simplificado denominado Monotributo se podrán implementar de manera sencilla “sin necesidad de acudir a un contador” (sic).
Desde nuestro Colegio queremos señalar al señor Administrador que los Contadores somos el nexo necesario entre AFIP y los contribuyentes para hacer más eficiente los regímenes recaudatorios que muchas veces el mismo fisco se encarga de tornar ineficientes y engorrosos.
Desde los Consejos y desde FACPCE siempre nos ofrecimos a colaborar con el organismo sugiriendo y proponiendo reformas de sistemas o de regímenes impositivos, tomando como premisa el conocimiento de la materia por parte de los profesionales en su tarea diaria.
Las sugerencias profesionales no siempre fueron acogidas y los problemas señalados oportunamente persisten en el tiempo con regímenes de información innecesarios que se duplican, trámites burocráticos que elevan los costos y la pérdida de tiempo de los contribuyentes y profesionales.
Desde que se creó el Monotributo la propia AFIP a partir de sus reglamentaciones convirtió en sumamente complicado un régimen que de simplificado solo tiene el nombre y colocó al Contador en la difícil tarea de interpretar que pretendía el Fisco de un pequeño contribuyente.
Lo que nació para simplificar poco a poco lo fueron complicando con numerosas resoluciones que abarcan desde las recategorizaciones periódicas, las declaraciones informativas, los regímenes de facturación, etc..
O sea que en lugar de simplificar se terminó complicando aún más la relación fiscal de los pequeños contribuyentes, generando el descrédito del sistema.
El organismo tampoco cumplió con el otro objetivo primordial que era formalizar la actividad económica de millones de personas que desarrollan pequeños emprendimientos.
Todo lo contrario, la informalidad crece día a día poniendo de manifiesto la ineficiencia del fisco que se convierte en mero recaudador que hace recaer cada vez mayor carga impositiva en un universo de contribuyentes cada vez menor en términos relativos.
La función del Contador es ayudar al que el contribuyente abone sus tributos en la medida que le corresponda. Cuestión que siempre se resalta desde los Consejos Profesionales advirtiendo siempre que el servicio debe ser brindado por un profesional matriculado en los términos de la legislación vigente.
Fuente: La Página del Colegio en La Gaceta.-