03-JUN-2014 A diferencia de los empleados en relación de dependencia, los trabajadores autónomos parecen ser los eternos olvidados al momento de implementar medidas de alivio fiscal. El dcto 1242/13 elevo el importe de la deducción especial para los asalariados y produjo la exclusión de la retención de Ganancias a una importante franja de contribuyentes con ingresos inferiores a $ 15.000 por mes. Sin embargo los independientes llevan más de media década actualizando su situación ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) en base a parámetros de ingresos que tuvieron su última modificación en el año 2006. Por ello, los autónomos se ven obligados a aumentar su pago mensual en forma semestral. El último ajuste fue del 11,31 % y tiene su fundamento en la Ley de Movilidad Jubilatoria. Es decir, los lineamientos que determinan la carga fiscal a soportar por mes no se modifican hace ya cinco años.
Los autónomos no tienen gremio que los represente. Y eso debilita la posición que pueden presentar ante el Ejecutivo para motorizar un posible alivio en la carga fiscal.
Recategorización en base a límites obsoletos
La inequidad se genera por la falta de adecuación de los parámetros de ingresos brutos para el encuadramiento de estos contribuyentes en las diversas categorías
Si bien -en los últimos tiempos- el aporte mensual a cancelar se ha ido elevando periódicamente, respetando una cláusula de repotenciación periódica, nada se ha previsto respecto a la actualización de los montos de ingresos brutos obtenidos, base utilizada para encuadrarse en una u otra categoría”.
Los valores se han mantenido sin alteración alguna desde el dictado del decreto 1866/06, previendo montos de entre $ 15.000 y $ 30.000 anuales
Entendemos que este último parámetro anual representa $ 2.500 mensuales , y ello refleja claramente el problema de falta de ajuste de las categorías establecidas para los trabajadores independientes.
Fuente: CGCET.