11-FEB-2014 En 10 años de existencia, Facebook pasó de una red universitaria para calificar personas, a una realidad cultural, demostrando que llenó un vacío que nadie sabía que existía. Lo corrobora el paso del valor de su acción de 16 dólares en septiembre de 2012 a un valor por encima de los 60 dólares en febrero de 2014.
Son muchas las lecciones que nos han dejado estos diez años de Facebook, tanto en el ámbito personal como en el empresarial y el tecnológico.
En los inicios nos sorprendió la facilidad con la cual encontrábamos viejos amigos de la universidad o del colegio, volvíamos a construir lazos del “grupo del barrio”, o del equipo de tal o cual deporte. Unir de nuevo a las personas que, con distancia de por medio o no, habían tomado rumbo sin dejar rastro, era un aliciente para seguir incluyendo personas en nuestra lista de amigos.
Rápidamente, con la misma velocidad con que crecía el número de usuarios en Facebook, y crecía nuestra lista de contactos, aprovechando la ley de seis grados de separación, también crecían las preocupaciones sobre invasión de privacidad, el acceso indiscriminado a información que se creía era de resorte reservado, y lo que personas inescrupulosas pudieran hacer con esta información.
Estas preocupaciones no redujeron el crecimiento de usuarios de la red, pero si alertó sobre temas que hasta entonces no había sido necesario tocar a profundidad. ¿Con quién debo compartir la información? ¿Cómo aprovecho Facebook para compartir con mis amigos o con un grupo reducido, sin que todo el mundo lo vea? A estas preguntas, también con velocidad asombrosa, Facebook generaba respuestas a través de funcionalidad para hacer ajustes en estos rubros. Ha sido una constante de “batallas” entre lo que los usuarios esperan poder hacer, lo que Facebook permite hacer, y lo que finalmente termina siendo posible, entre la funcionalidad requerida, los términos de uso del servicio, y lo que los usuarios están dispuestos a compartir.
En el ámbito personal entonces no se podrá alegar que ha habido un cierre de brechas para viejas amistades perdidas, y un aumento en los canales de comunicación entre personas, que por otros medios no mantienen o mantenían comunicación. Algunos inclusive dicen que se ha despersonalizado la comunicación, yo soy más de la teoría de que se ha habilitado otro medio adicional de comunicación, donde los demás no estaban operando.
En el ámbito grupal y social, no se puede negar el alto impacto que han tenido los llamados a la sociedad civil para manifestarse. Lo vimos en Colombia con una marcha ampliamente concurrida, citada por Facebook, para protestar por el terrorismo. Más recientemente, fue artífice de derrocamientos de gobiernos en países del Medio Oriente, como mecanismo de convocatoria de la sociedad civil. No se queda atrás el aprovechamiento del conocimiento colectivo para resolver problemas, llamar a la solidaridad, y hasta generar alianzas para trabajo conjunto.
Más recientemente ha hecho carrera el uso de las funcionalidades técnicas de Facebook a través de sus páginas empresariales para que todas las empresas, indistinto de su tamaño, constitución, formalidad o tipo, puedan estructurar un canal de comunicación con sus clientes, proveedores, fans, y hasta montar tiendas virtuales. No conozco cifras de negocios virtuales sobre Facebook, pero ha permitido que cualquier persona llegue a un número importante de prospectos, de una manera muy sencilla y efectiva.
Atender más de 1,200 millones de usuarios en su plataforma no es tarea sencilla, sin embargo nos ha permitido examinar muchas de las teorías “antiguas” de manejo de tecnología informática y generar cambios importantes en su aplicación. Bases de datos enormes, la explotación de la gran cantidad de volumen de datos que se genera con las interacciones, y todo esto permitido desde una infraestructura móvil, ha hecho revisar hasta los más intricados diseños de soluciones corporativas. No en vano los usuarios hoy quieren que sus sistemas transaccionales funcionen “como Facebook”, o por lo menos con la misma facilidad con al que pueden interactuar en esta plataforma.
No sé qué pasará con la acción de Facebook en los próximos 10 años, y se empieza a decir que se ha reducido el crecimiento de sus usuarios y el tiempo que dedican a la plataforma cada día, sin embargo todavía hay cinco veces más personas que usuarios de Facebook en el mundo, y con los avances en los temas de movilidad y conectividad, será que en 10 años Facebook lo usará la mitad de las personas en el mundo, o dejará de existir? ¿Usted qué opina?
Fuente: deltaasesores.com