04-SEP-2013 La mora judicial en Argentina y en Córdoba es un problema estructural que lleva años de arrastre y que surge de un combo de causas. “La justicia lenta no es justicia”, dice con acierto el refrán que desde siempre repiten abogados, políticos y funcionarios judiciales, para patentizar una situación que afecta a miles de ciudadanos que aguardan con impotencia una sentencia que nunca parece llegar.
El Colegio de Abogados de Córdoba trajo nuevamente a la discusión el tema al denunciar la mora de la Sala Laboral del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), presidida por Luis Rubio. La entidad que encabeza el abogado laboralista Alejandro Tejerina tiene pensado impulsar después de las elecciones legislativas el juicio político a Rubio, quien ejerció como laboralista durante 27 años.
Fuentes cercanas al alto cuerpo admitieron atraso –no en la magnitud que dice la entidad profesional– y contraatacaron. Ven en la amenaza de juicio político la “venganza” de sectores vinculados a la denominada “industria del juicio”.
En 2009, el Tribunal Superior impulsó una investigación luego de que la Superintendencia de Riesgos del Trabajo advirtiera sobre la alta litigiosidad laboral en la provincia y amenazara con presentar una denuncia ante la Justicia federal.
El accionar del alto cuerpo derivó en imputaciones y detenciones de abogados y médicos acusados de fraguar demandas laborales contra Provincia ART, contratada por la Municipalidad de Córdoba.
En la actualidad, un juicio simple en el fuero laboral tiene una demora promedio de tres años, cuando, según especialistas, no debería llevar más de un año y medio resolverlo.
Según coinciden los expertos, la mora judicial ?no es responsabilidad sólo de los jueces sino de todos los actores del proceso y también de un anticuado Código de Procedimientos que, en lo sustancial, no ?se actualiza desde 1954. Algunos opinan que el rol de los jueces de Conciliación dejó de tener sentido y deberían cambiar su función como jueces de Cámara del Trabajo, como existe en la provincia de Buenos Aires.
La excesiva actividad recursiva de los abogados de las partes –en muchos casos con la metodología de la ‘chicana’, que apunta sólo a demorar el proceso–, es uno de los factores que inciden sobre la mora.
Aunque en la Sala Laboral del TSJ aseguran que están trabajando sobre recursos ingresados en 2010 y 2011, hay casos paradigmáticos, como un expediente de 1998 ?que todavía no se resolvió. Pero ese juicio, que tuvo sentencia en primera instancia en dos años y llevó igual tiempo tras ser apelado ante el TSJ, se demoró más de cuatro años en la Corte Suprema de Justicia de la Nación y después ingresó en un laberinto ?de recursos sobre la interpretación del fallo de la Corte respecto del pago de una indemnización.
Desde el Poder Judicial de Córdoba ven en la “industria del juicio” uno de los factores centrales del atraso, ante el abarrotamiento de las causas que llegan a los juzgados. Según cifras oficiales, entre 2005 y 2010 se duplicaron las demandas laborales. En 2010, tras el procesamiento de abogados y médicos por la millonaria defraudación a Provincia ART, aseguradora contratada ?por la Municipalidad de Córdoba, las demandas se frenaron.
Códigos de procedimientos obsoletos, juzgados lentos y una excesiva actividad recursiva según la conveniencia de las partes forman un combo perfecto que genera una mora judicial padecida con impotencia por miles de ciudadanos. Fuente: Diario La voz