31-ENE-2014 Sin referencias previsibles sobre la evolución de la inflación durante los próximos meses, los gremios que agrupan a los trabajadores bancarios y a los aceiteros optaron por avanzar en acuerdos salariales solo para el primer trimestre y cerraron aumentos que promedian el 26% del salario conformado de sus respectivas actividades, subas que serán tomadas a cuenta de los incrementos anuales que se negociarán a partir de abril.
El entendimiento entre la Asociación Bancaria, el gremio que encabeza el dirigente Sergio Palazzo, y las cámaras que agrupan a las entidades financieras fijó un incremento salarial en un solo tramo equivalente al 26% del sueldo inicial del sector. La mejora, que beneficiará a unos 100 mil empleados bancarios, se efectivizará mediante el esquema de suma puente o adelanto de paritarias, e implicará el pago de $ 1.800 remunerativos durante los meses de enero, febrero y marzo, más una compensación extraordinaria por el año 2013 de $ 1.200.
A su vez, el acuerdo alcanzado anoche en la industria aceitera estableció el pago de una suma puente para el trimestre enero-marzo que se ubica entre los $ 1.900 y los $ 2.100 según las categorías de actividad, monto que significa un incremento del 25,5% sobre el piso salarial del sector. Ese aumento, como en el caso bancario, se tomará a cuenta de la paritaria anual que las partes negociarán desde abril.
Además, el convenio entre la Federación gremial de trabajadores aceiteros y las cámaras empresarias sectoriales incorporó el pago de una gratificación extraordinaria no remunerativa de $ 8.200 por única vez, que será abonado por las firmas del sector en dos tramos de $ 4.100 cada uno, el primero el próximo 10 de febrero y el segundo con el salario de febrero.
Los acuerdos de suma puente trimestral a cuenta de paritarias logrados por bancarios y aceiteros son similares al entendimiento cerrado hace un mes por los operarios petroleros, que consiguieron un pago de $ 4.000 mensuales hasta abril. También los choferes de colectivos agrupados en la UTA negocian un pago de $ 2.000 para el primer trimestre y amenazaron con paralizar sus actividades durante el fin de semana si no logran un acuerdo con las empresas (ver aparte).
En todos los casos se trata de actividades cuyas paritarias están vencidas desde el 31 de diciembre. Y ante la incertidumbre sobre la evolución de los precios, los respectivos gremios optaron por avanzar con acuerdos cortos para evitar que los aumentos queden licuados por un crecimiento mayor de la inflación.
Esa misma inquietud comparten aquellos sindicatos que aún no comenzaron sus discusiones salariales. Por ello, tanto desde la CGT oficial, que lidera Antonio Caló, como desde la central obrera opositora de Hugo Moyano reclamaron en los últimos días al Gobierno que habilite el pago de una suma fija de emergencia para tratar de palear el efecto de la inflación sobre los salarios. En la CGT de Caló suponen que ese esquema (proponen una suma de $ 1.500 en dos tramos) posibilitaría postergar el arranque de las paritarias a la espera de mayores certezas sobre la evolución de los precios. La economía se escapó. Está todo el mundo preocupado, de la Presidenta para abajo, estamos todos preocupados, alertó ayer el propio líder cegetista.
Si bien públicamente el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, rechazó que el Gobierno esté evaluando la alternativa de un aumento salarial de emergencia y negó cambios en la estrategia oficial de cara a las paritarias, la presidenta Cristina Fernández mantuvo ayer por la tarde un encuentro con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, para analizar la insistente presión gremial por apurar la recomposición de los sueldos.
Fuente: cronista.com.ar