19 ENE 2016.- La economía de América latina y el Caribe cerrará el año 2016 con un retroceso de -0,3%, arrastrada por la crisis en Brasil, la mayor economía de la región, de acuerdo con las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) difundidas hoy.
Esta previsión para la región representa una revisión en fuerte baja de -1,1% con relación a las proyecciones del FMI en octubre pasado, cuando señalaba una recuperación de 0,8%. Para 2017, el organismo espera para la región un crecimiento de 1,6%.
Según los técnicos del Fondo, la economía brasileña terminará 2016 con una marcada caída de -3,5%, después de haber exhibido en 2015 un retroceso de -3,8%. Recién en 2017, el gigante sudamericano podrá terminar estable, con crecimiento cero.
De esta forma, con la actualizaciónde las previsiones de su Perspectiva Mundial con relación a los datos divulgados en octubre pasado, Brasil pasó a tener la más severa revisión a la baja entre las economías emergentes y las latinoamericanas, con una reducción de nada menos que 2,5 puntos porcentuales.
En octubre, el FMI había estimado que Brasil terminaría 2016 con baja de -1%, pero los fundamentos empeoraron y la entidad financiera introdujo su drástica revisión a la baja.
Por la “incertidumbre política”
Al analizar el caso brasileño, el FMI estimó que la recesión, “causada por la incertidumbre política en medio de las secuelas” de las investigaciones sobre denuncias de corrupción en la estatal Petrobras, “está demostrando ser más profunda y prolongada de lo esperado”.
Brasil, primera economía de América latina, lucha desde hace cinco años contra una desaceleración económica que se convirtió en crisis en 2015.
El gigante sudamericano entró en recesión en el segundo trimestre, lo que redujo su capacidad de ahorro y lo condujo a bajar cinco veces en el año su meta presupuestaria, que pasó de un superávit de 1,2% del PIB a un déficit que podría llegar a 2%, es decir, de unos 31.000 millones de dólares.
La inflación brasileña alcanzó en 2015 un 10,67%, su nivel más alto desde 2002, muy por encima de la meta del gobierno de 4,5%. En 2014, el país ya había terminado el año con una inflación de 6,41%.
El país está igualmente sacudido por un tsunami de revelaciones sobre un megaescándalo de corrupción en torno a la compañía petrolera estatal Petrobras, que desató una profunda crisis política. En ese escenario, la presidenta Dilma Rousseff enfrenta la amenaza de un proceso de destitución impulsado por la oposición.
El peso específico de Brasil en ese escenario contribuye a lastrar las expectativas de crecimiento en toda la región, señaló el FMI.
“La proyección actual apunta a que el PBI agregado de América latina y el Caribe se contraerá también en 2016, aunque a una tasa más baja que en 2015, a pesar del crecimiento positivo en la mayoría de los países de la región. Esto refleja la recesión de Brasil y otros países en dificultades económicas”, apuntó el FMI, que sólo incluyó los datos específicos de México y Brasil en su informe.
En su informe, la entidad pronostica una “mejora gradual” en las tasas de crecimiento de los países que “están experimentando tensiones económicas”, y mencionó los casos de Brasil, Rusia y algunos estados del Medio Oriente.
Sin embargo, apuntó que “incluso esa recuperación parcial proyectada podría verse frustrada por nuevos shocks económicos o políticos”.
En el caso de México, el FMI formuló una previsión de crecimiento de 2,6% para este año, levemente por encima del 2,5% calculado para 2015, pero por debajo del 2,8% que había expresado en octubre (una revisión a la baja de 0,2 punto porcentual).
Para el año 2017, el FMI prevé un crecimiento mexicano de 2,9%, pero también por debajo del 3,1% que había pronosticado en octubre.
La situación global
En rigor, el Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó también su previsión para el crecimiento de la economía global para 2016, a 3,4%, empujado además de por Brasil, por la situación China.
Ese pronóstico implica un avance con relación al 3,1% de 2015, pero 0,2 punto porcentual por debajo de su previsión de octubre pasado.
La economía global alcanzaría un crecimiento de 3,6% recién en 2017, señaló el FMI en la actualización de las perspectivas mundiales.
“Se proyecta que el repunte de la actividad mundial sea más gradual” que lo previsto en octubre pasado, “especialmente en el caso de las economías de mercados emergentes y en desarrollo”, apuntó la entidad financiera.
Para los técnicos del FMI, la desaceleración de la economía china, la caída de los precios de las materias primas y las tensiones a las que se encuentran sometidas algunas de las principales economías de mercados emergentes “continuarán lastrando las perspectivas de crecimiento en 2016-17”.
El Fondo mantuvo sin cambios la previsión de crecimiento para China, de 6,3%, con sensible reducción sobre el 6,9% registrado en 2015, el menor nivel en un cuarto de siglo.
La entidad, en tanto, prevé para Estados Unidos un crecimiento de 2,1%, 0,2 punto porcentual por debajo de la expectativa de octubre, fundamentalmente debido al impacto que el fortalecimiento del dólar tiene sobre las exportaciones.
El continente europeo es el único bloque que tuvo una revisión al alza, de 0,1 punto porcentual, gracias al desempeño de las economías de Alemania y España: la región crecería en 2016 1,7%, siendo que en octubre pasado la previsión del FMI era de un avance de 1,6%./lanacion.com.ar