02 JUL 2015 – Tras haber encaminado las discusiones salariales en el sector privado bajo un esquema que arrancó con la imposición a un conjunto de gremios aliados de un aumento de referencia del 27,8%, pauta que terminó estirándose varios puntos por encima el 30% en los acuerdos sellados por sindicatos independientes u opositores, el Gobierno avanzó esta semana con la estrategia de establecer un parámetro especial para las paritarias de los trabajadores del transporte y los servicios públicas, cuyos sueldos dependen en gran medida de los subsidios del Estado.
El primer paso en ese objetivo cobró forma ayer con la firma de los convenios de los choferes de colectivos de corta distancia, agrupados en la UTA, y el personal de las distribuidoras eléctricas afiliados a Luz y Fuerza, que acordaron incrementos escalonados de hasta el 40% por un plazo de 18 meses.
La apuesta oficial es imponer ahora ese mismo esquema a las paritarias de los servicios de colectivos de media y larga distancia y al transporte ferroviario de pasajeros y de carga, cuyas negociaciones se definirán en las próximas semanas. El denominador común en todos esos convenios es que una parte significativa de la recomposición será financiado directa o indirectamente con subsidios estatales.
El acuerdo de la UTA para corta distancia establece una suba de 27,8% retroactiva a enero y hasta diciembre, a lo que se sumará un incremento acumulativo de 10,6% para el primer semestre de 2016, con lo que la recomposición total alcanzará el 39%. El aumento salarial, que será replicado en el autotransporte de pasajeros de media y larga distancia en los próximos días, significará un reajuste de alrededor de $ 6.000 millones anuales en el monto de los subsidios que se destinan actualmente al sector.
A su vez, el entendimiento para el personal de Luz y Fuerza establece una mejora en torno al 29% (en dos tamos acumulativos de 16% desde mayo y 11,8% a partir e septiembre) a lo que se agregará un incremento adicional y también acumulativo para el semestre mayo-octubre del próximo año de 11,9%. De esa forma, la suba por los 18 meses de convenio totalizará un 43%.
Apenas se iniciaron las conversaciones salariales, la aspiración del Gobierno es trasladar el mismo esquema a las paritarias de los gremios ferroviarios, cuyo convenio venció en febrero pasado y los trabajadores del sector cobran hasta este mes una suma fija equivalente a un aumento de entre el 12% y 15% a cuenta de paritaria. Tras la ruptura de la federación que agrupaba a las cuatro organizaciones sindicales de la actividad (Unión Ferroviaria, La Fraternidad, señaleros y personal jerárquico), el Ministerio de Trabajo convocó por separado a los gremios para el próximo martes con la intención de apurar el cierre de las discusiones.
El titular de la cartera laboral, Carlos Tomada, defendió ayer la particularidad de los acuerdos salariales con los gremios de servicios públicos al sostener que “cada colectivo laboral firma sus convenios de acuerdo a sus características”. “Hoy estamos hablando de acuerdos por 18 meses en el sector de servicios públicos, dándole previsibilidad”, enfatizó. No es un elemento menor: la extensión de los plazos de esos acuerdos hasta mitad del próximo año alejará el temor de conflictos en actividades sensibles por lo menos durante el primer tramo de gestión de quien suceda a Cristina Fernández en la Presidencia.
/fuente: cronista.com.ar