27 jun 2016.- Según revela hoy el diario Clarín, durante más de dos años, el gobierno de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner ocultó y borró información clave sobre cuentas bancarias en Estados Unidos y transacciones millonarias vinculadas al empresario Lázaro Báez.
Los datos se descubrieron en octubre de 2013, cuando el fondo NML de Paul Singer inició un proceso de discovery para rastrear los fondos del empresario ‘K’ y del Estado argentino. De acuerdo con el matutino, hubo decenas de mails y documentos enviados por el estudio de abogados contratado por el gobierno en Nueva York.
Fuentes oficiales y judiciales afirmaron al diario que la información fue borrada de las computadoras de la Procuración del Tesoro y que incluso desaparecieron discos rígidos. En este sentido, la principal responsable es la exprocuradora Angelina Abbona, ligada al exsecretario Legal y Técnico Carlos Zannini.
Cuando el escándalo estalló, Abbona tuvo que devolver el disco rígido de su computadora y dijo que se lo había llevado a su casa para hacerle un back up a la información.
Aún así, el gobierno de Mauricio Macri pudo recuperar una parte de las decenas de mails y datos de cuentas, los cuales ya están en manos de la Justicia. De hecho, el viernes pasado la Unidad de Información Financiera (UIF) denunció y pidió que sean detenidos e indagados los 4 hijos de Báez, por las cuentas que le descubrieron en Suiza por un monto superior a los u$s 25 millones.
Pero además de los mails -según Clarín- también desaparecieron archivos que se produjeron a lo largo deldiscovery. Esos documentos contienen información sobre cuentas y transacciones de Baez y otras personas influyentes como Ernesto Clarens, el primer financista de Lázaro y del expresidente Néstor Kirchner.
El actual titular de la Procuración del Tesoro Carlos Balbín, un funcionario cercano a la diputada Elisa Carrió, giró los documentos al juez federal Sebastián Casanello.
Fuente: / cronista.com.ar