31-OCT-2013 Estos programas, mas cortos que una maestría tradicional, resultan útiles para resolver necesidades urgentes de formación, orientadas a problemas concretos.
La maestría en administración de negocios (MBA, por sus siglas en inglés) es el programa de posgrado más popular en el mundo de la educación ejecutiva. Su rápida expansión lo convirtió también en un paso casi obligado para los directivos que quieren hacer una carrera exitosa.
No obstante, esto representa también un obstáculo para quienes por falta de tiempo o estudios previos no pueden dedicarse a cursar al menos un año lectivo. Su alto costo juega también en contra del acceso de muchos profesionales a esta credencial fundamental.
Para este público, el mercado se encargó de buscar formatos alternativos, tanto en materia de formación a distancia -a través de plataformas virtuales- así como con esquemas de medio tiempo o cursada intensiva.
Pero hay una modalidad poco explorada en la Argentina. Se trata del mini MBA, que adoptaron hace años escuelas de negocios muy prestigiosas, desde el Club de Graduados de Ciencias y Artes de Harvard, pasando por Columbia o Kellogg, hasta la canadiense McGill.
Son programas más cortos que los MBA tradicionales -de entre 5 y 16 semanas aproximadamente- que ofrecen un paneo por las habilidades esenciales que se enseñan en profundidad en esas maestrías, como liderazgo, dirección de operaciones, estrategia, innovación, entre otras.
Asimismo, ambos formatos son frecuentemente impartidos por los mismos docentes. “Los profesores del mini MBA de la escuela de negocios Robins también enseñan en el MBA de la Universidad de Richmond, que es un programa part time; así que nuestros estudiantes están expuestos a la misma enseñanza y contenido. Aunque cada tema es comprimido en una clase semanal de cuatro horas en lugar de tomar un semestre”, dijo a Campus-iProfesional Kaye Vaughan, directora de Educación Ejecutiva de Robins Business School.
Estos cursos además, “tienen como valor agregado el hecho de que actúan como soluciones educativas a problemas concretos de desempeño, dando respuesta a necesidades de formación ancladas en los desafíos del negocio y de la gestión de personas, aquí y ahora”, dijo a este medio Ana Salgado, gerente de Programas Abiertos del Centro de Educación Empresaria de la Universidad de San Andrés.
No obstante, vale la pena aclarar que generalmente estos programas no equivalen al título oficial de una maestría ni otorgan créditos universitarios. Tampoco requieren un trabajo integrador final.
¿Cuándo hacer un mini MBA?
Al igual que la maestría tradicional en administración de negocios, el mini MBA tampoco es para todo el mundo. Hay casos bastante específicos en los cuales resulta recomendable.
– Cuando la necesidad de conocimientos de gestión apremia pero por cuestiones de tiempo o dinero no es posible cursar un máster completo
– Si la falta de título de grado impide hacer un MBA tradicional
– A manera de actualización profesional para quienes no han cursado carreras de posgrado pero mantienen una actividad vinculada al management empresarial.
– Como capacitación para mandos medios en habilidades gerenciales, por parte de las empresas que no pueden desprenderse del personal el tiempo suficiente para que estos completen una maestría
– Para comprobar si un MBA tradicional es el camino correcto a seguir en materia de capacitación o no
En cuanto a los alumnos, el caso del programa de Robins, “los participantes vienen de todo tipo de organizaciones, grandes, pequeñas, sin ánimo de lucro, etc. Las edades también varían entre los recién egresados y los que están cerca del retiro”, declaró Vaughan.
“Algunos de los participantes están tratando de decidir si hacer o no un MBA y lo toman como un test. Otros no se graduaron de carreras de negocios pero tratan de tener un mayor entendimiento de esa actividad. O son emprendedores de carreras de gestión que quieren refrescar sus habilidades y actualizar sus conocimientos”, confirmó.
Un mini MBA en el exterior puede ser además una opción para los argentinos que no tienen amplia disponibilidad para viajar pero desean sumar a su CV una experiencia educativa de nivel internacional, por un costo en divisas ampliamente inferior al de una maestría típica.
En cualquier caso, la pregunta clave es si estos esquemas más cortos y económicos pueden tener un fuerte impacto en el desarrollo de carrera de los graduados, como sucede con los MBA.
“Completar el programa muy frecuentemente le da a los participantes la confianza de encarar los cambios estratégicos dentro de la organización en la que se desempeñan. También les brinda conocimiento y un mejor entendimiento de las áreas de organización del negocio, lo cual es muy importante cuando una persona está tratando de ascender”, respondió Vaughan, y aclaró que el mini MBA de Robins es un certificado reconocido que hace saber a los empleadores que sus graduados están listos para una promoción.
Alternativas
McGill es una escuela de negocios canadiense que más intensamente ha desarrollado una oferta de mini MBA y es uno de los pioneros en el campo (su primer programa data de 1949).
También es muy conocido el programa que ofrece el club de graduados de Artes y Ciencias (GSAS) de la Universidad de Harvard, que lleva ya más de cinco ediciones. Se trata de un curso intensivo de 10 clases presenciales, distribuidas en cinco semanas, diseñado como un “paneo” del material que los alumnos de la maestría full time ven en su primer año en la escuela de negocios, dictado por profesores de Harvard y destacados líderes de la industria norteamericana.
El mini MBA de Robins, de la Universidad de Richmond, tiene una duración de 14 semanas, con clases semanales de cuatro horas y cursadas reducidas de 20 personas. Las inscripciones se realizan desde el 2002, dos veces al año.
Columbia también desarrolla un curso de dos semanas, titulado “Esenciales del management”, que además de materias tradicionales como contabilidad, administración, manejo de equipos, tiene algunos contenidos diferenciales, como liderazgo en el cambio, cultura global y cadena de suministros integrada.
En la Argentina no existen programas que se promuevan como mini MBA y que estén acreditados por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU). Esto es así, según dijeron a Campus-iProfesional desde este organismo, porque los programas auditados son aquellos que cumplen con los criterios que se exigen para ser catalogados como especializaciones, maestrías o doctorados.
Por caso, en este país la carga horaria mínima de una especialización, para ofrecer un título oficial, es de 360 horas, sin que ninguna de ellas esté dedicada al trabajo final. La maestría, que requiere además una mayor definición y explicitación de los contenidos conceptuales, así como una profundidad más extensa en los trabajos finales, implica un mínimo de 700 horas, de las cuales al menos 540 deben ser utilizadas en la cursada.
Sin embargo, dentro de las áreas de educación ejecutiva, las principales escuelas de negocios del país cuentan con programas que podrían equipararse a un mini MBA.
“Los MBA o programas de posgrado implican una importante inversión de tiempo y recursos económicos. Así es que los Programas Ejecutivos de Desarrollo Gerencial se convierten entonces en una alternativa atractiva para aquel que enfrenta desafíos de gestión más urgentes y necesita capacitarse en un plazo de tiempo más corto (4-6 meses)”, sugirió la docente de San Andrés (UdeSA).
Éstos “brindan una mirada global del negocio, actualización en herramientas de management y una red de vínculos con colegas en posiciones similares en otras industrias, funcionando en ese sentido como un mini MBA”, continuó. Por caso, en UdeSA sugieren para estos casos el Programa Gerencial de Negocios (PGN), diseñado para que los participantes puedan aplicar directamente en sus propias iniciativas laborales los conocimientos que adquieren a través de simulaciones, dinámicas lúdicas, roll playing, análisis de casos, y hasta en talleres de arte.
“La columna vertebral del programa es el desarrollo de un proyecto personal de mejora profesional o del área o empresa, que se prepara a lo largo de toda la cursada”, aclaró Salgado.
En la misma línea, la Universidad Torcuato Di Tella, cuenta con un Programa de Desarrollo Gerencial (PDG), de seis meses de duración, que ofrece una “visión holística de los negocios” y está dictado por profesores de su prestigiosa maestría. Este cubre algunos de los “básicos” del manejo de empresas, como gestión de operaciones, dirección de proyectos, planeamiento estratégico, toma de decisiones, negociación, entre otras áreas de estudio.
La Universidad de Palermo, por su parte, cuenta también con un Programa de Desarrollo Gerencial, que se cursa dos veces a la semana durante ocho meses. En este caso, está destinado a mandos medios y ejecutivos, así como emprendedores. No exige formación académica previa pero si es requisito excluyente contar con experiencia laboral relevante.
Y en IAE Business School proponen como “puerta de entrada” a un MBA su Programa para Jóvenes de Alto Potencial, destinado a chicos que recién se inician en el mundo de los negocios. Se trata de un “pantallazo” de cuatro jornadas por cada una de las áreas tradicionales de una compañía, mediante las metodologías que se utilizan en la maestría full time, como simulaciones y análisis de casos.
/ fuentes: iprofesional.com