27 NOV 2014 El crecimiento o retroceso de la economía argentina durante 2015 dependerá, en gran medida, de los resultados de la negociación de la Argentina con los fondos buitre, coincidieron ayer al proyectar el próximo año los economistas que participaron del 7º Encuentro de los Líderes, organizado por El Cronista en el auditorio de La Rural. Rogelio Frigerio (presidente del Banco Ciudad, economista del PRO); Miguel Peirano (ex ministro de Economía, asesor del Frente Renovador); Martín Lousteau (ex ministro de Economía, hoy diputado de UNEN) y Miguel Bein (ex viceministro de Economía, asesor de Daniel Scioli) debatieron ayer sobre las herramientas para bajar la inflación y recuperar el crecimiento, al tiempo que condicionaron el futuro económico de 2015 al resultado de la negociación con los fondos buitre. “Hay que recuperar la posibilidad de tener crédito, para eso hay que sentarse a negociar con quienes ganaron en tres instancias. Pero arreglar bien, pagando lo menos posible. No como con el Club de París o con Repsol. Sería bueno que haya un acuerdo, hay que apoyar para haya la mejor transición posible”, destacó Frigerio, del PRO. Para Bein, arreglar los asuntos con el sector externo es fundamental, porque la Argentina es un país bimonetario, algo que influye tanto en la inflación como en la devaluación. “Si la Argentina no arregla con el sector externo, no soluciona el problema de la inflación. El país se prepara por si la negociación es dura. Por eso obtuvo el swap con China, licitó el 4G y acordó la liquidación de divisas. Es para tener un colchón de dólares”, explicó Bein. Y destacó que si hay acuerdo “la economía podría crecer 3% en 2015; si acuerda en una negociación lenta, un 1%. Y si no hay negociación faltarán dólares, las expectativas de devaluación van a crecer y lo más probable es que la Argentina no solo no crezca, sino que caiga”, advirtió. Lousteau coincidió en que los resultados con los holdoust “dicotomizan las proyecciones, de crecimiento moderado a recesión. Si no hay acuerdo es un problema para el próximo gobierno, las perspectivas son muy diferentes”.
Al ser consultados sobre la fórmula para bajar la inflación, coincidieron en que se requiere de un acuerdo social, resolver el desorden fiscal y limitar el gasto público, entre otras cuestiones.
Para Peirano, se precisa un programa integral. “La Argentina tiene desequilibrio fiscal, con nivel alto de inflación, pero no hay condiciones internacionales restrictivas. Hay potencial. Con un shock de inversiones y políticas coherentes en los sectores industrial y agropecuario, con política de gasto, no hay que pensarlo desde la lógica restrictiva, sino de expansión”, dijo. Para Bein, salir de este nivel de inflación para llegar a un 10% es un abordaje a cuatro años, con acuerdo social para bajar la nominalidad de la economía. “Cuando está en 20% o 30%, nadie, ni trabajadores ni empresas, quiere frenar primero porque quien se equivoca pierde”, explicó. Y destacó la necesidad de recuperar la moneda nacional como reserva de valor. “Se necesitan reglas fiscales que limiten, que el gasto público aumente por debajo de la recaudación”, advirtió.
Lousteau se preguntó por qué la Argentina tiende a padecer siempre lo mismo, “un tipo de cambio paralelo, déficit fiscal, inflación. Ya lo tuvo y tiene que ver con la poca atención que le brindamos al Estado”, advirtió (ver aparte). En tanto, Frigerio sostuvo que “primero hay que reconocer que la inflación es un problema, algo que el Gobierno no hizo. Somos uno de los pocos países con alta inflación, sólo el 1% la tiene. Y somos uno de los pocos que no tiene dólares y el único de la región sin crédito. Son problemas autogenerados. Hay que recuperar primero la confianza”.
/fuente: cronista.com.ar