El reporte precisa que China representa el 16,4% del PBI mundial, medido en Paridad de Poder Adquisitivo, frente al 16,2% de Estados Unidos. En 2013, Estados Unidos había sumado un PBI de U$S 16,77 billones, mientras que el de China había trepado a U$S 16,15 billones. Este año, la historia se revirtió y, según las previsiones del FMI, la nueva cúspide de la pirámide económica mundial perdurará durante los próximos cinco años. De este modo, la entidad crediticia afirma que hasta 2019 la brecha de crecimiento entre ambos países se extenderá en favor del tigre asiático, que alcanzará un PBI de U$S 26,9 billones, mientras que el de Estados Unidos ascenderá a U$S 22,1 billones, según consignó el sitio web especializado Expansion.com.
Las proyecciones del FMI advierten que la tasa de crecimiento de China llegará a 7,4% este año, y a 7,1% en 2015. Para 2016, las previsiones del organismo multilateral de crédito señalan que el gigante asiático crecerá un 6,8%; en 2017, un 6,6%; en 2018, un 6,4% y en 2019, un 6,3%. “El vigoroso crecimiento de China se debe a la aplicación de medidas orientadas a aumentar el gasto en infraestructura, a respaldar a las pequeñas y medianas empresas y a mejorar la vivienda social y el fortalecimiento de las exportaciones”, subraya el informe del organismo publicado en su sitio web oficial Imf.org. Sin embargo, aclara que el recorte a la baja, previsto para el largo plazo, se debe a que China marchará hacia una transición económica más sostenible y con mayor dependencia de la demanda interna.
“Tras un primer trimestre más débil de lo esperado, las autoridades desplegaron medidas de política para respaldar la actividad, incluida la reducción de impuestos a la pequeña y mediana empresa, la aceleración del gasto fiscal y en infraestructura, y recortes focalizados de los encajes legales”, indica el reporte del organismo internacional. “El crecimiento se afianzó en el segundo trimestre gracias a estas medidas, así como al fortalecimiento de la exportación”, completa.
Comparaciones
Por otro lado, el reporte precisa que Estados Unidos afrontará, en el largo plazo, desajustes presupuestarios, y una lenta recuperación del mercado laboral. Por estas razones, la aceleración de su economía será más leve, en comparación con la de China, con un crecimiento del 2,2% para el final de 2014, y con un 3,1% para 2015. En 2016, la tasa de crecimiento será del 3%; en 2017, retrocederá al 2,9%; en 2018, volverá a caer al 2,7%; y en 2019, terminará en 2,6%. Sin embargo, el FMI aclara que la economía estadounidense cuenta con más riquezas que la de China, cuyos ingresos por habitante representan sólo una quinta parte de las remuneraciones que perciben los estadounidenses.
Según el Fondo, el crecimiento mundial permanecerá en 3,3% en 2014 y aumentará a 3,8% en 2015. Las secuelas de la crisis y el bajo crecimiento potencial frenan la recuperación, advirtió. A su criterio, hay mayores riesgos financieros y geopolíticos para las economías del mundo.