03 NOV 2014 En esta columna especial para iProfesional, Juan José Arévalo, coach en M&C Consulting, asegura que las empresas que entrenan y capacitan a sus equipos de trabajo en las áreas de liderazgo y coaching ontológico, alcanzan resultados inimaginables
Suele decirse de todo acerca del coaching y hoy parece ser que cualquiera de nosotros estaría en condiciones de ser coach.
Esto sucede debido a que se nombran como coach a personas que poseen la capacidad y competencia para alcanzar altos estándares y resultados efectivos en sus carreras, entonces se los coloca en determinados puestos para entrenar aprendices que necesitan desarrollar sus capacidades.
Muchas personas tienen la creencia que el coaching es una disciplina nueva que ha desembarcado hace poco en el mundo del desarrollo personal y profesional, pero esto no es precisamente cierto, el coaching ya tiene mucho tiempo entre nosotros y básicamente se apoya en una técnica utilizada por Sócrates (470-399 a.C.) que tiene como practica principal a la indagación.
Haciendo referencia a su madre, que era la partera de la antigua Atenas, decía que él era un partero de las palabras, haciendo mención que cuando un discípulo iba a preguntarle el le respondía con una pregunta.
Siendo su más grande mérito el haber creado la mayéutica, método inductivo que le permitía llevar a sus alumnos a la resolución de los problemas que se planteaban por medio de hábiles preguntas cuya lógica iluminaba el entendimiento.
El coaching ontológico trabaja para facilitar el cambio de observador del coachee a través de una disciplina basada en la indagación, apoyando el logro de sus resultados y su crecimiento personal, como decimos comúnmente “achicar la brecha” entre lo que se tiene y lo que se quiere.
A diferencia del coaching que mencionábamos anteriormente, esta disciplina es más genérica, ya que abarca diferentes áreas, no solo el deporte o las artes, sino también la vida misma y el ser, de ahí que lo definimos como ontológico. También se diferencia por el tiempo de aplicación, ya que se aplica todo el tiempo y no solo lo que puede durar un deporte o un concurso dado.
Las organizaciones que entrenan y capacitan a sus equipos de trabajo en las áreas de liderazgo y coaching ontológico, parecen alcanzar resultados inimaginados, que no hubiesen sido logrados solo con la sumatoria de las competencias individuales de quienes lo componen.
Esto se puede comprobar no solo por la tasa de retorno de los entrenamientos en coaching, sino también por la calidad de vida laboral, declarada por los correspondientes equipos de trabajo, su satisfacción y compromiso con el trabajo son una constante en las respuestas de los test de clima laboral.
Cinco razones por las cuales el coaching no funciona
1. El coaching no es consultoría, esta práctica remite a capacidades técnicas aplicadas en empresas que toman estos servicios para que les aporten las directivas a seguir, cosa que el coaching ontológico no basa su técnica en aconsejar, sino en indagar y a través de esa indagación poder facilitar el encuentro de los caminos a seguir.
2. El coaching no juzga, sino que aporta, a través de preguntas, alternativas para poder elegir un nuevo rumbo. Cuando el coach se ve atrapado por los juicios, se puede declarar incompetente y pedirle al coachee que termine el coaching o que lo posterguen para otra oportunidad. Si esto vuelve a suceder podría derivarlo con otro coach.
3. El coaching no es un muestrario de tesoros propios, ni de superioridad, sino es una invitación a descubrir los tesoros del coachee, tesoros que podrán facilitar alcanzar resultado que fueran negados hasta ahora y que a través de mostrar el camino que nos ha llevado a esta situación podremos cambiar.
4. El coaching no aconseja, ni le dice al otro lo que tiene que hacer, por el contrario, es el coachee quien decide con que comprometerse, lo que el decida va estar bien, un buen coach sabe que no debe interferir jamás con el futuro del coachee, no debería entrometerse entre el coachee y su futuro. Todo resultado obtenido por el coachee será merito del mismo.
5. El coaching no es terapia, si bien suele ser terapéutico, no reemplaza a la psicología, si bien se nutre de ciertas características, no es conveniente trabajar con personas que se encuentren en estado de ser tratados por este tipo de profesionales, salvo que por algún motivo lo recomienden ellos mismos.
/fuente: iprofesional.com