15 SEP 2015 En el último año donde más se afectó el empleo, en términos relativos, fue en el agro, la minería y la industria. En cantidad, la destrucción de puestos de trabajo más significativa tuvo lugar en el comercio y, en menor medida en el sector financiero y seguros.
Así, “la producción de bienes volvió a perder relevancia como fuente generadora de ocupación de la población, al representar el 25,4% del total, muy por debajo del promedio de los países con un PBI superior a US$ 100.000 millones, con 57,1% del total”.
Estas son algunas de las conclusiones de un trabajo realizado por el Instituto de Estudios Laborales y Sociales de la Universidad de Ciencias Sociales y Empresariales (UCES) con datos provenientes de la última Encuesta Anual de Hogares Urbanos del INDEC correspondiente al tercer trimestre de 2014.
En los tres años posteriores al cepo cambiario (2011) la economía real generó menos empleo por unidad de generación de riqueza, en particular en los segmentos más regulados, como la rama agropecuaria y la industria manufacturera en su conjunto, cuando el objetivo era sólo limitar la suba del promedio de precios de la economía y contener las importaciones para apuntalar la posición de reservas en divisas en el Banco Central.
Las excepciones fueron la actividad de las industrias extractivas y de la construcción. Por el contrario, los productores de servicios incrementaron la relación entre su contribución a la generación de empleos y su participación en el producto bruto interno.
“Muchas veces, desde el poder político se predica la importancia de generar empleos por parte de los sectores productores de bienes, pero en la práctica se advierte que esas actividades son las más reguladas y las más afectadas por acciones discrecionales que las llevan a perder vigor”, señala el informe de la UCES en una de sus conclusiones.
/fuente: clarín.com.ar