13 MAY 2015.- El sector inmobiliario fue uno de los más golpeados por el cepo cambiario. El cierre paulatino a la canilla de dólares impactó fuerte en la compra-venta de propiedades, y aunque este año comienza con una tímida recuperación, aún está lejos de su mejor época. Sin embargo, algunos empresarios ya observan una renovada apuesta al ladrillo en un contexto en el que el dólar dejó (por ahora) de moverse. “El propietario que tenía un terreno se pasa de dólares a ladrillos, porque esa casa saldrá más en dólares en 2016”, aseguró Eduardo Costantini, presidente de Consultatio.
Como referente del sector, Costantini es considerado como el hombre detrás de Nordelta y elMuseo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), por donde cada año pasan más de 400.000 visitantes a ver colecciones de arte. El empresario buscó proyectar qué sucederá con el sector inmobiliario a raíz de los primeros movimientos de reactivación en los primeros meses del año. “Vemos mayor cantidad de inicio de obras, aunque la gran deuda pendiente es el acceso al crédito”, recordó Costantini, en el marco de un evento del sitio ZonaProp del que participó Infobae.
Constantini dijo que “hay cosas que sabemos y que no” sobre el próximo gobierno. “Tenemos la esperanza de que la Argentina camina hacia la apertura económica, bajar la inflación, equilibrar las cuentas públicas. Pero la primera etapa es ver quién gana y cuál es la eficacia de instrumentación de las medidas”, comenzó. En segunda instancia, proyectó que “las propiedades se van a valorizar según el éxito del programa económico”.
“Bajar la inflación va a poner en caja al valor del dólar”, aseguró. Con el foco en una suba de precios en torno al 25% anual para 2015, el empresario agregó que “la inflación es un mal negocio político, porque retrasa el acceso al crédito y atenta contra el fomento al ahorro”.
Pero, ¿por qué en un año electoral los inversores vuelven a apostar al ladrillo? Para Costantini, el Gobierno seguirá utilizando al tipo de cambio oficial como un ancla para que la inflación no suba, y sentenció: “El dólar no se va a disparar, la gente tiene expectativa de un dólar estable. Se empezó a vivir un verano económico porque hubo un cambio para que el mercado de capitales financiara el programa de gastos e inversión del Gobierno”.
Ladrillo como anticrisis
El ejemplo para Costantini es Nordelta. En los últimos tres años, se presentaron pocas oportunidades de venta. “Ahora vendimos 80 terrenos por u$s18 millones, y por ahora no queremos vender más. Nos vamos a reunir (con mi equipo) para aumentar los precios”, dijo el presidente de Consultatio.
El empresario insistió que la propiedad aún es la “mejor manera de protegerse en las crisis”porque sus valores bajan menos en esos momentos, aunque la ubicación es fundamental. “Laspropiedades de segunda calidad son más elásticas”, explicó, en referencia a aquellos lugares alejados de grandes centros urbanos.
Mientras que el aumento de población en la zona norte está absorbido por Pilar, Tigre y Escobar, el empresario aseguró que la ciudad de Buenos Aires “no tiene tierra para crecer”, por eso no hay un aumento poblacional en los últimos años. “Hay que estudiar mejor hacia dónde se va a expandir la Capital”. Hace tres años y en pleno desarrollo del cepo al dólar, Costantini expandió su negocio inmobiliario en Miami con la compra de un terreno por unos u$s85 millones en la zona deBal Harbour, una de las más cotizadas en el estado de La Florida.
Hacia delante, Costantini aseguró que la “efectividad” del próximo programa económico y el “timing con el que se apliquen las medidas” serán definitorias para el éxito del próximo presidente. “Es un país con un gran problema de tener tipos de cambio múltiple. El mercado libre es la mejor asignación de recursos”, concluyó./ infobae.com
Repensar la educación es una idea muy ambiciosa y para muchos necesaria. Así fue como el ideólogo de lo que muchos ya consideran la “fórmula revolucionaria” del aprendizaje, Max Ventilla, cruzó esta barrera y se animó. Fue en 2012 cuando el entonces directivo de Google entendió que la brecha entre los estudiantes y los profesores puede volverse más estrecha con el uso de la tecnología y que sólo se trataba de combinarlas. Este fue el inicio de las AltSchool.
Según su mirada crítica, las escuelas de hoy tienen de común denominador llevar la enseñanza a la media en vez de a cada niño en particular. Esto lo llama “la tiranía de la mayoría” y dice que es un tema omnipresente en las escuelas, tan preocupante como comprensible. “Si yo te pidiera que fueras a enseñarle a veinte niños de 9 años, algunos que no quieren estar en esa clase, todos con muy diferentes intereses y necesidades fluctuando a lo largo del día, es probable que también sigas ese modelo de fábrica que usamos en la educación”, dice a Wired. “Partirías el día en segmentos de 45 minutos. Acomodarías a lo niños, y si alguien fuera molesto, lo amonestarías; o si vieras que están aburridos, seguirías y esperarías que suene el timbre”.
Parece que no necesita ser un experto en reforma educativa para saber que esta no es la mejor manera de asegurar que los niños participen y se involucren en su educación. Ventilla creía que era posible solucionar estos problemas sistémicos si él y su equipo empezaban de cero, no sólo en la construcción de la tecnología que usarían en la escuela sino también de la propia escuela, pero de una manera totalmente diferente. Una enorme red de escuelas pequeñas que se unan en un eje central. Entonces dejó Google en 2013 y lanzó así la primera AltSchool.
El joven fundador de Facebook se está convirtiendo en uno de los filántropos más generosos de Estados Unidos. Es uno de los más destacados activistas por la reforma escolar y hoy AltSchool parece ser su gran apuesta. A través de su inversión sin fines de lucro en la educación, Zuckerberg ha contribuido en gran parte en la ronda de financiación conjunta para AltSchool con 100 millones de dólares.
La ronda también incluye inversores como Andreessen Horowitz, el administrador de fondos de inversión libre Peter Thiel, el fundador de eBay, Pierre Omidyar, y Laurene Powell Jobs, la viuda de Steve Jobs.
La inversión alcanza una financiación total para las AltSchool de 133 millones de dólares, pero además, uno de los elementos más importantes, es que las mentes más brillantes de Silicon Valley -lugar al sur de California que aloja a las mayores corporaciones de tecnología del mundo- ya la consideran como la esperanza para el futuro de la educación. Sus usuarios, los padres, llegan por miles y eso se traduce en un gran ingreso económico./ infobae.com