29-DIC-2014 LA GACETA llega a miles de tucumanos y es posible que los contadores de Tucumán, puedan leer algo tan importante como la probable reforma de los estatutos de su Colegio, por lo que es oportuno dejar mi opinión sobre algo que afecta a miles de profesionales. Siempre me pareció el afán de reformar estatutos (o constituciones), un error. Hasta ahora, luego de la unificación de Colegio y Consejo de Contadores, en los años del siglo XX, todo marcha felizmente sin mayores problemas. Una medida de adecuación, como sería la incorporación de un anexo para establecer la actualización de algunas cosas importantes, bastaría. De manera que la solidez de los estatutos dentro de todo lo imprevisible de lo que pasa políticamente en la Argentina, sería mantener cimientos fuertes y duraderos. Esas cosas importantes podrían ser a mi entender: dar incorporación a la minoría, según el punto 8 de lo que pusieron en la hoja 19 de la revista Kipukamayo. Como el punto 10 sobre los profesionales del sur. La fuerza de los números es importante. Todos los otros puntos, a mi parecer no merecen considerarse como una reforma, más aún cuando se reafirma lo ad-honoren. No hace falta reiterarlo. Y todo esto es en recuerdo de lo que costó hacer la unificación, la ley de aranceles y los estatutos que son el compendio de varios en diversas provincias.
Carmelo José Felice
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Fuente: La Gaceta – Cartas de lectores