La AFIP inhabilita a contribuyentes de su página Web por encontrar diferentes inconsistencias en sus conductas impositivas, que muchas veces no se limitan a atrasos en el pago de los impuestos sino que tienen que ver con incumplimientos en las cuestiones formales.
Por ese motivo, previamente a la tarea diaria de facturar es conveniente realizar algunos controles que se encuentran previstos en diferentes reglamentaciones de la AFIP.
En primera instancia, debe imprimirse la constancia de inscripción que registra el cliente como contribuyente o alternativamente bajar el archivo que está subido en la página Web de la AFIP, ambos respaldos tienen una vigencia en la validez de 180 días.
De acuerdo con lo establecido oportunamente por la Resolución 1817 de la AFIP, si la operación es igual o superior a $ 150 (prácticamente todas) debe verificarse que el cliente figure como inscripto en el Impuesto al Valor Agregado; de no ser así, obligatoriamente, tiene que agregarse en la factura la percepción del impuesto que corresponde para los sujetos no categorizados, cuestión que se encuentra prevista en la resolución 2126 de la AFIP.
Esta percepción se formaliza emitiendo una factura tipo “B” con la tasa del 10,5% sobre el importe bruto de la operación (incluyéndose en el cálculo el IVA que se factura).
Posteriormente, al cobrarse el importe percibido hay que ingresárselo a la AFIP utilizando el programa aplicativo SICORE.
No hay que realizar percepción en los casos que los clientes sean monotributistas o cuando están exentos en el Impuesto al Valor Agregado. Este impuesto adicional tiene que efectuarse en los casos de ventas de cosas muebles y, también, en las locaciones o prestaciones de servicios.
Sin embargo, en la actualidad por las inconsistencias que pueda registrar el cliente ante la AFIP, ese control es conveniente hacerlo siempre como un paso previo a la emisión del comprobante, comprobando que la constancia de inscripción ante la AFIP, que figura en su página Web, tenga plena validez.
Este control es imprescindible realizarlo antes de facturar, incluso a pesar de que exista una constancia vigente impresa del cliente, que es válida por el plazo de 180 días.
El motivo es porque la AFIP habitualmente da de baja de su página a los contribuyentes que tienen problemas, por ejemplo con el domicilio fiscal o por registrar algún incumplimiento en sus presentaciones tributarias; entonces, si se emite el comprobante sin notarlo en el momento se estaría cometiendo un error de facturación, ya que debería emitirse una Factura “B” en lugar de la “A”.
Este inconveniente también puede comprobarse en el momento de pedir la autorización ante la AFIP de la factura electrónica.
En cuanto a la emisión de la factura electrónica, en la actualidad todos los contribuyentes inscriptos en el Impuesto al Valor Agregado deben emitirla bajo ese formato y los que están adheridos en el Régimen Simplificado deben hacerlo cuando están inscriptos a partir de la categoría “F” en adelante.