03-SEP-2013 Daniel Marx, el exsecretario de Finanzas entre 1999 y 2001, dijo que “aún si todo le saliera mal a la Argentina, en relación con el juicio de los fondos buitre en Nueva York, no están dadas las circunstancias para caer en default del tipo de 2001”. Recordando aquel año, el actual director de Quantum Finanzas argumentó en diálogo con este diario que “la actual es una economía más grande, tiene más reservas y difícilmente tenga que pagar todo al contado (a los holdouts)”.
Periodista: ¿Cómo evalúa la reapertura del canje y el anuncio de que habría otro opcional de jurisdicción?
Daniel Marx: Hay que analizarlo por separado, ya que son dos canjes distintos. La llamada reapertura del canje 2005/2010 tiene el propósito de salir de la categoría de alguien que desconocía una deuda porque no permitía cobrar por una ventanilla que ahora está abriendo. Esto lo hace compatible con un mecanismo de convocatoria de acreedores, en el sentido de que lo que deciden determinadas mayorías es válido para las minorías también. Un esfuerzo compartido. Este primer canje está criticado por los jueces porque tienen una interpretación distinta del pari passu aplicable a la Argentina. Los jueces dicen que en el pari passu en el contexto aplicable a Argentina, cada uno cobra el título como lo tiene. Todos tenían títulos en default, pero algunos aceptaron una reestructuración y decidieron cobrar como dicen los bonos emitidos en el canje 2005 o 2010. La otra interpretación, la que dan los jueces, para el contexto argentino de esta disputa, sería que cada uno tiene que cobrar lo que tiene. Los litigantes tienen un bono que está vencido, por lo tanto habría que pagárselo. Los jueces se cuidan mucho en decir que esta interpretación es para este caso particular y que no genera un precedente para otras reestructuraciones. Esto es algo en lo que no quisieron meterse.
P.: Y cambiar los bonos con jurisdicción en Nueva York… ¿genera otro riesgo?
D.M.: Sí. El segundo canje fue anunciado como la posibilidad de cambiar el domicilio de pago y hacerlo eventualmente en Argentina. Un canje voluntario para aquellos que ya tienen títulos corrientes, que todavía no está implementado pero acarrea un potencial conflicto. El Gobierno dice que trata de disminuirle el riesgo a quienes están cobrando en EE.UU., sin embargo ahora está el riesgo de reacción dentro de EE.UU. porque puede ser visto como una alteración al mecanismo de pagos, que es algo que el Tribunal dijo que no debe hacerse.
P.: ¿Pero el cambio sería voluntario?
D.M.: Sí, pero la Argentina lo hizo en un período de una tregua, de suspensión del efecto de la medida, cuando se suponía que nadie se tenía que mover. Igualmente este segundo canje es el que estaría más postergado.
P.: ¿La adhesión que pueda alcanzarse en la reapertura para los holdouts es relevante?
D.M.: La reapertura del canje es importante para cambiar el argumento, la actitud frente a los jueces. Quizás y muy difícilmente logre algún adherente entre los litigantes.
P.: ¿Qué pasos deberían seguirse ahora?
D.M.: Ahora hay dos instancias que se pueden plantear en paralelo porque no son excluyentes. Una sería la de llegar la Corte Suprema, que va a llevar más tiempo en decidir si toma el caso o no, a los alcances de lo que se llama la inmunidad soberana. Pero hay que recordar que la Corte toma muy pocos fallos. La otra instancia, a la que Argentina tendría que tomar con mayor velocidad, es la revisión de la Cámara en EE.UU. en un plenario. Esto es la revisión total del fallo, incluyendo la interpretación de los aspectos comerciales. Es muy importante y hay que pelearlo y hay que ver qué argumentos se dan. Fuente: Ambito Financiero