10 OCT 2014 Las tasas más altas atrayeron a los inversores que dejaron los vencimientos a la vista hasta que corriera la norma. No parece haber atraído asalariados, para quienes la medida llegó varios días después de cobrar. Demora en la decisión
La medida del Gobierno que fijó tasas más altas para los plazos fijos recolectó, en su primer día de vigencia, más renovaciones pendientes para aprovechar la suba de 5 puntos de tasa que nuevos ahorristas deseosos de colocarse en pesos, como es la intención oficial para calmar la huida al dólar.
Las nuevas autoridades del Banco Central habían establecido por norma y desde ayer que las personas puedan cobrar una tasa del 22,89% hasta 44 días, del 23,41% de 45 a 59 días y del 24,46% por encima de los 60. Un alza considerable a una tasa que rondaba el 18% a un mes para ese segmento, pero por debajo de la inflación.
Pero ayer fue un día normal en los bancos. Incluso esperaban que los clientes llegaran confundidos con los montos sobre los que se paga desde este mes una tasa mayor (hasta $ 120 mil) y desde noviembre (hasta $ 350 mil), algo que finalmente no ocurrió.
“Habían quedado más plazos fijos a la vista de lo habitual. Habían crecido mucho. No habían venido hasta hoy (por ayer) para renovar”, dijeron en la mesa de un banco nacional. Se trata de depósitos que vencieron esta semana, pero esperaron hasta ayer para beneficiarse con las nuevas tasas.
En un banco internacional observaron más cautela, porque si bien tuvieron más plazos fijos a la vista que lo habitual, ayer no se renovaron todos los vencimientos pendientes para aprovechar la tasa más alta.
“Da la sensación que la gente está esperando algún tipo de definición y demora la decisión”, dijeron. “En términos generales, hubo consultas. Pero estamos en un contexto de transición, no vas a tener por esta medida un aluvión de ahorristas. Es un proceso, en el correr de los días se acercará la gente”.
Respecto de los asalariados que ahorran sus excedentes a principios de mes, la norma no parece haberlos afectado.
“La gente que tiene plata, ya tiene plazo fijos como parte de su cartera y cuando ve que la tasa es atractiva, direcciona sus ahorros hacia el plazo fijo. Es difícil ver algo significativo en el segmento minorista”, explicaron en la mesa de un banco público.
“A esta altura del mes nadie tiene plata nueva. Como la norma está pensada para el sector minorista, tendría que haber salido el 25 de septiembre para incentivar que no se compre dólar ahorro”, opinó.
De todas formas, los plazos fijos atados a los sueldos no mueven los números de los bancos. Pero las renovaciones automáticas, que pudieron hacerse por montos pequeños, por ejemplo, a través de homebanking, tampoco salieron de lo normal.
“Habrá que esperar a noviembre, pero no sé si va a cambiar la decisión por 3 puntos de mejora de tasa”, agregaron en la mesa del banco nacional. “Lo más importante son las expectativas que las tasas en pesos. Me da la impresión que la expectativa de menor devaluación y de un blue cayendo es más fuerte que la tasa al 22,89%. Iremos viendo el día a día”, agregó.
Por titular o certificado
A nivel interno, la norma generó problemas operativos para implementarla que los bancos prefirieron absorber.
El problema es que tanto para el monto de $ 120.000 como para el de $ 350.000, los bancos no alcanzaron a adaptar los sistemas para sumar los depósitos por titular.
Si, por ejemplo, una persona integra tres plazos fijos con distintas personas y diferente ponderación, el sistema no informa la posición del cliente. Y el oficial de cuenta es quien tiene que hacer la suma a mano. Ante la duda, se pagará por certificado de depósito.
Porque es preferible pagar a un ahorrista algo que no corresponda en vez de pagar de menos y tener problemas con el Central.
Sucede que la Comunicación A 5640 no sólo incremementa la exigencia de efectivo mínimo hasta el monto del incumplimiento, sino que da lugar a iniciar sumarios del Central. “Es preferible equivocarte para más que para menos”, coincidieron.
/fuente: cronista.com