26 MAY 2015.- Uno de los mayores desafíos que se planteó la dupla Kicillof-Vanoli fue llevar la brecha que separa al oficial del blue a niveles cercanos al 40%.
A simple vista, la tarea no parecía sencilla, habida cuenta de que esa distancia era de casi el 100% cuando asumió este último como titular del Banco Central, con un precio del billete informal que se acercaba a los $16.
Desde el Gobierno apelaron a una batería de iniciativas. Y, en base a:
• Controles en la city porteña.
• Allanamientos en cuevas.
• Suspensiones de entidades.
• Quite de permisos para operar.
• Monitoreo de las operaciones de “conta con liqui”.
• Estabilización de las reservas.
• Corrimiento de expectativas devaluatorias.
• Emisión de títulos que ajustan por tipo de cambio oficial.
Y, claro está, con la inestimable ayuda del dólar ahorro para aumentar la oferta de divisas, logró hacer retroceder al blue a una cotización cercana a los 12 pesos.
No sólo eso. Como “bonus track” consiguió acercar los diferentes colores del dólar a unprecio que el mercado ha comenzado a llamar “de convergencia”.
El Gobierno siente que ganó una gran batalla en la city contra la especulación, con una brecha cambiaria que actualmente ronda el 40% y distintos tipos de cambio pivoteando en los $12.
Así las cosas, las cotizaciones que se presentan en el mercado son:
• Blue ($12,65).
• Turista ($12,13).
• Contado con liquidación ($11,78).
• Bolsa o MEP ($11,61).
En la práctica, este acercamiento entre el blue, dólar ahorro y las otras especies le quitó atractivo a algunas “bicicletas financieras”, como la de comprar billetes verdes en ventanillas oficiales para luego revenderlos al precio superior del paralelo.
Esta triangulación llegó a dar más de $5 por cada billete verde revendido a mediados de 2014; ahora se redujo hasta sólo uno o dos pesos, según qué mecanismo se utilice.
Alternativas verdes
Aún quedan canales abiertos para hacerse de dólares, incluso bajo el circuito legal y más barato que el blue.
Uno de ellos es el que surge de la compra de bonos. Son muchos los inversores que recurren al Boden 2015, que vence a principios de octubre y ofrece un rendimiento del 8% anual en moneda extranjera.
Su cotización ronda los $1.180 por cada lámina de 100, que ofrece a ahorristas u$s103,50 al vencimiento. Hablando en plata, implica que quienes hoy lo adquieren recibirán billetes a un tipo de cambio de $11,40 en poco menos de seis meses.
Claro está que este menor precio -respecto al del blue- reviste cierta cuota de incertidumbre. Como la posibilidad -poco probable- de que el Gobierno decida canjear este título ante la pesada carga que le implicará enfrentar este vencimiento por u$s6.500 millones.
“El atractivo de este bono es elevado, porque el retorno que ofrece a solo meses de su vencimiento es casi insólito”, afirma Agustín Cramo, analista de mercados financieros.
Una segunda opción que tiene el ahorrista es invertir en otro título, el Bonar X, que se negocia con un dólar implícito de $11,60. En este caso, para hacerse de los billetes verdes deberá esperar dos años.
El costo del “dólar favorito”
La convergencia entre los distintos precios del dólar, el achicamiento de la brecha cambiaria y la calma lograda con el blue no son gratis.
En momentos en que la escasez de divisas golpea a las industrias -que encuentran muchas dificultades para hacerse de insumos importados-, el Gobierno ya lleva destinado algo más de u$s5.200 millones para abastecer las ventanillas de dólar ahorro.
Asociada a estas ventas, está la permanencia de un tipo de cambio “subsidiado”, ya que se ofrece a un precio menor del que están dispuestos a pagar los particulares en el mercado paralelo.
Por cierto, este subsidio no es despreciable, ya que le ha significado más de $14.000 millones/ iprofesional.com