01 OCT 2014 La divisa avanzó un 12% en el noveno período de 2014 y cerró a $15,72, contra una escalada del 26% en enero impulsada por la depreciación del peso. El default “selectivo” alejó los dólares financieros.
El dólar libre subió con fuerza y rompió récord tras récord en 2014. Pero septiembre cerró con una particularidad: la divisa finalizó a $15,72 para la venta y fue el mes con la mayor suba en el mercado paralelo después de enero, un período marcado por una abrupta devaluación del peso argentino. El noveno período de 2014 finalizó con un avance mensual del paralelo de casi un 12%, contra un 26% en el primer mes del año.
La divisa comenzó el año a $10,04 para la venta, y ante todo, se caracterizó por saltar muchas barreras. Tan sólo en enero superó los $11, $12 y $13, una suba impulsada por una devaluación en torno al 18% en el mercado oficial; aunque luego dio marcha atrás. El dólar libre retrocedió un 10,7% en febrero, un 4,4% en marzo y un 2,3% en abril. Al frente del Banco Central (BCRA), Juan Carlos Fábrega logró instaurar la “pax” cambiaria durante algunos meses. Con todo, el dólar libre retrocedió casilleros y finalizó abril a 10,55 pesos.
Pero rápidamente volvió a escalar: superó los $11 en mayo, saltó la barrera de los $12 en junio y se acercó a los $13 en el séptimo mes del año. La aceleración fue aún mayor luego de que el país fuera declarado en default “selectivo”, pues avanzó un 10,6% en agosto y superó los 14 pesos. Mientras tanto, el dólar oficial se caracterizó por su estabilidad, dejando atrás tanto la fuerte depreciación como las minidevaluaciones.
Con un dólar libre cerca de los $16 que avanzó más de un 56% en lo que va del año, supera las subas anuales en el mercado desde que hace tres años se instauró el cepo cambiario. “El Gobierno intenta impulsar la macro por el lado fiscal, y eso genera presión sobre la brecha cambiaria”, explicó Marina Dal Poggetto, economista del estudio Bein & Asociados. En diálogo con Infobae, aseguró que la solución sería “conseguir dólares financieros”, pero eso se hace sólo de dos maneras: aceptar una tasa cara de dos dígitos para financiarse o finalmente arreglar con los holdouts.
Para Rodrigo Álvarez, economista de la consultora Analytica, hay muchos factores que explican la suba del blue, pero se destaca uno estructural. “El mercado esperaba que el escenario financiero se despejara durante el segundo semestre, pero pasó todo lo contrario”, aseguró a Infobae. La falta de acuerdo entre el Gobierno y los fondos buitre por la deuda alejó al país aún más de los mercados internacionales, y también se restringieron las líneas de financiamiento para las grandes empresas.
Dolarizarse a toda costa
Además, las últimas jornadas cambiarias de septiembre estuvieron marcadas por una fuerte suba del dólar “contado con liqui” y el dólar bolsa, que superaron tanto la barrera de los 14 como la de los 15 pesos. Estos avances evidenciaron una búsqueda tanto de las empresas como de los inversores de dolarizar sus portafolios.
“El Gobierno emite pesos a una velocidad infernal, pero la gente no los quiere. Esto genera inflación y como algunos se refugian en los dólares, también sube el blue. Hay mucha especulación”, dijo Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos. La combinación entre un sector público que inyecta pesos y un BCRA que se sienta sobre las reservas generó una caída de las importaciones, porque la entidad autoriza una menor venta de dólares a las compañías para comprar los productos del exterior.
Con este panorama y una baja en las exportaciones, la entrada de dólares comerciales también se ve comprometida. Y la señal amarilla se prende por un factor que la Argentina no puede controlar: el precio de la soja. “La caída de los precios aumenta en forma directa las necesidades netas de dólares para el año que viene”, resumió Bein & Asociados en su último informe. Con un valor de la tonelada proyectada en u$s350 para 2015, se espera el menor precio promedio en ocho campañas.
Y subrayó: “De mantenerse, la caída en los precios promedio de la soja, de casi 21% cuando se calcula el promedio ponderado de los tres subproductos principales de la oleaginosa, impactaría sobre la oferta potencial de dólares de la economía en casi u$s4.500 millones para el próximo año en relación a 2014″.
Más allá de que las miradas están puestas en el avance del libre, la expectativa de una nueva devaluación del peso no sólo continúa, sino que se exacerbó en los últimos tiempos. Como sucedió con otros economistas, Tiscornia modificó sus proyecciones para fin de año. Mientras que en mayo estimaba un dólar oficial a $9,50 en diciembre de 2014, hoy estima que finalizará en 10 pesos. “El Gobierno intentará volver a las minidevaluaciones, pero el riesgo de que pegue un salto como el de enero ahora es más alto”, concluyó.
/fuente: iprofesional.com