14 OCT 2014 En un drástico cambio de tono, un documento del Sínodo sobre la familia, que se realiza en el Vaticano, señaló ayer que los homosexuales tienen “dones y atributos para ofrecer” y preguntó si el catolicismo podría aceptarlos y reconocer los aspectos positivos de esas parejas así como de las uniones de hecho y los divorciados vueltos a casar.
El documento, que recoge las principales posturas debatidas durante la primera semana de discusiones en la asamblea de más de 200 obispos, indicó que la Iglesia Católica debería desafiarse a sí misma para encontrar “un espacio fraternal” para los gays sin comprometer su doctrina sobre la familia y el matrimonio.
Aunque no señaló ningún cambio en la condena a los actos homosexuales o su oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo, utilizó un lenguaje menos severo y más compasivo que en textos previos del Vaticano, una señal de la buena acogida que viene teniendo la postura de tolerancia y apertura que defiende el papa Francisco para reconciliar a la institución con sus fieles.
“Los homosexuales tienen dones y atributos para ofrecer a la comunidad cristiana: ¿somos capaces de darle la bienvenida a esta gente, garantizándoles un espacio mayor en nuestras comunidades? Muchas veces ellos quieren encontrar una Iglesia que les ofrezca un hogar acogedor”, se preguntó el documento divulgado por la Santa Sede ayer.
“¿Son nuestras comunidades capaces de probar eso, aceptando y valorando su orientación sexual, sin comprometer la doctrina católica sobre la familia y el matrimonio?”, agregó.
En el texto titulado “Relatio post disceptationem” (Relación tras el debate), los participantes reflexionan sobre la manera realista de acoger a los homosexuales en la Iglesia Católica, según explicó a la prensa el relator general del Sínodo, el cardenal húngaro Peter Erdö.
John Thavis, experto en el Vaticano y autor del exitoso libro “The Vatican Diaries”, calificó el documento como “un terremoto” en la actitud de la Iglesia hacia los gays. “Refleja claramente el deseo del Papa de adoptar un acercamiento pastoral más misericordioso sobre los temas del matrimonio y la familia”, sostuvo.
QUEST, uno de los grupos católicos por los derechos de los homosexuales más antiguos, dijo que algunos pasajes del texto “representan un quiebre ya que reconocen que esas uniones tienen un valor intrínseco y constituyen una contribución valiosa a la sociedad y al bien común”.
El lenguaje y tono del documento, leído a la asamblea en presencia del papa Francisco, parecía mostrar que los defensores de un tono más compasivo hacia los homosexuales y los católicos en las llamadas “situaciones irregulares” había prevalecido.
En cuanto a los divorciados, se reconoce la necesidad de tomar “opciones pastorales valientes” sobre lo que se denomina como situaciones familiares difíciles.
El teólogo Bruno Forte explicó que se debatió sobre la posibilidad de que “puedan volver a recibir la comunión, siempre y cuando inicien un camino de purificación con el que obtengan la ayuda de Dios para evitar volver a fracasar“.
En este asunto hay un cierto desacuerdo, porque el Sínodo se pregunta: “¿Si es posible la comunión espiritual, por qué no es posible acceder a la sacramental?”.
Según subrayó Erdö, “existen otras muchas formas para que los divorciados puedan obtener la bendición, como la obtienen los niños antes de hacer la comunión”.
Desde ayer y hasta el 19 de octubre, los padres sinodales reflexionarán sobre el contenido del documento, con el fin de elaborar un texto final que recoja las conclusiones de este Sínodo.
En lo que sí parece haber coincidencia entre los cardenales es en la valoración de que la Iglesia debe tener en cuenta los valores positivos de las parejas unidas por lo civil o en convivencia.
Para los obispos, la convivencia “es a menudo elegida a causa de la mentalidad general, contraria a las instituciones y a los compromisos definitivos”, pero también por la falta de seguridad económica, ya que además en muchos países las parejas consideran que “casarse es un lujo, de modo que se ven empujadas a vivir en uniones”.
El documento final será entregado al papa Francisco al término de esta asamblea extraordinaria y será la base del próximo Sínodo ordinario, que se celebrará del 4 al 25 de octubre de 2015 bajo el título de “La vocación y la misión de la familia en la Iglesia en el mundo contemporáneo”.
/fuente: ambito.com.ar