22 ABR 2015 El ministerio de Economía lanzó ayer un concurso para contratar a 898 personas. En los pasillos del Palacio de Hacienda sospechan que la iniciativa tiene por objetivo dejar el ministerio plagado de militantes a pocos meses de un cambio de gestión. En el gremio advierten que en el último concurso, lanzado en 2013, por 178 puestos, sólo se incorporaron 38 personas. Hay gran malestar en el personal de planta del ministerio donde ya trabajan 4000 empleados de manera irregular.
El concurso, que se oficializó ayer en la Resolución 245/2015 del Boletín Oficial, legitima el empleo en la administración y esos nombramientos difícilmente podrán ser removidos por quienes ganen.
Lo mismo intentan en Cancillería, donde apuran la entrada de 755 personas. Los empleados del Palacio de Hacienda desconfían de las intenciones del repentino llamamiento, que se encuadra dentro de los 7.500 empleados que el Gobierno presupuestó incorporar.
En toda la era kirchnerista, se realizó un sólo concurso en el Palacio de Hacienda. Fue en 2013, cuando en febrero se convocó el concurso para cubrir 64 puestos y luego en octubre de ese mismo año, por otros 114 puestos. “Pero sólo se efectivizaron 38 nombramientos”, explicó a Clarín Pablo Almeida, delegado General electo ATE ministerio de Economía. Ayer se concretaron 23 incorporaciones. “Se trata de personal que ya estaba trabajando en el ministerio con contratos no permanentes”, agrega.
Por su parte, desde el gremio señalaron que las futuras incorporaciones no resuelven el problema de la precarización laboral iniciada bajo el menemismo y continuada bajo por la administración actual. En el ministerio de Economía trabajan unas 5.000 personas. Cerca de 4.000 están empleados en situación precaria. Hay cerca de 2.500 personas que trabajan (algunos hace más de una década en el ministerio) bajo lo que se conoce como “ley marco”. Si bien gozan de beneficios tales como licencias o vacaciones, estas personas no cuentan con estabilidad laboral, trabajan a plazo, cuando se vencen los contratos, renuevan. “Pero además, la ley establece que no pueden prestar tareas de manera permanente y no pueden ser más del 15% del total de la plantilla”.
La peor parte se la llevan los 1.500 a los que ni siquiera el ministerio de Economía les reconoce una relación laboral. Son en su mayoría jóvenes que entraron en los últimos años como monotributistas y que legalmente le facturan a las universidades (UTN, Matanza, Quilmes y Morón), según cuentan los propios trabajadores.
El Palacio de Hacienda consta hoy de 6 Secretarías. La última recientemente creada fue la de Secretaría de Coordinación Económica y Mejora de la Competitividad, a cargo de Mariana Gonzalez. Pese a que Kicillof y sus compañeros intenten ahora una unión política con La Cámpora, poco tienen que ver con este movimiento. De hecho, a diferencia de otros ministerios aún no está copado por el movimiento juvenil si no por ex militantes del Centro de Estudios Para el Desarrollo Argentino (CENDA), el think tank creado por Kicillof. Todas las secretarías -salvo Hacienda, donde Juan Carlos Pezoa impidió el avance- están tomadas por estos militantes con diplomas, que se ubican especialmente detrás del Secretario de Comercio, Augusto Costa y del viceministro, Emmanuel Alvarez Agis.
Pero los trabajadores de Hacienda temen que llegue una “bajada de linea” para que con el nuevo llamado a concurso termine en un incorporación de militantes K.
Ayer, mientras el ministro se encontraba en Rusia, trabajadores del área informática culminaron con un paro que iniciaron el jueves pasado. Los empleados denuncian que para pasar de ley marco a planta permanente les plantean una reducción salarial, una problemática que terminó en un recambio en el sillón de Recursos Humanos, que ahora ocupa Carlos Ulloa, un hombre cercano a Carlos Tomada./ clarín.com.ar