20 OCT 2014 El anuncio se hizo en 2006 con toda la pompa, al mejor estilo kirchnerista: una autopista que uniría las localidades bonaerenses de Pilar y Pergamino, y vincularía las ciudades de Capilla del Señor, San Antonio de Areco y Capitán Sarmiento. Un tramo de 180 kilómetros que iba a demandar una inversión de 800 millones de pesos y generaría 2000 puestos de trabajo.
La obra debía ser inaugurada este año, de acuerdo con las proyecciones. Sin embargo, al día de hoy la mayor parte de la autovía tuvo avance cero, salvo un pequeño tramo de 9 kilómetros. Así lo indica el informe sobre la ejecución presupuestaria del año pasado (cuenta de inversión 2013) que elaboró la Contaduría General de la Nación. Lo que iba a ser una iniciativa privada modelo terminó en un fracaso: la concesión de la autovía, que había sido otorgada al grupo Corporación América-Helport (del empresario Eduardo Eurnekian), fue dada de baja en 2010 ante la parálisis en las obras por la falta de financiamiento.
El problema no se ciñe únicamente a esta y otras obras emblemáticas de la década kirchnerista: según un informe de la Auditoría General de la Nación (AGN), más del 60% de las obras a cargo de la Dirección Nacional de Vialidad que fueron presupuestadas entre 2003 y 2012 no cumplieron con las metas previstas o directamente no fueron ejecutadas.
El pico de incumplimientos, sostiene el informe, se produjo en 2008: 76,2%.
De hecho, similar destino a la autoví que debía unir Pilar con Pergamino tuvo la también anunciada autopista entre las ciudades de Córdoba y San Francisco, que figura en el presupuesto desde 2009. Ante la falta de financiamiento nacional, el gobierno provincial tuvo que hacerse cargo de las obras. Y en Santa Fe, la construcción de distintos puentes que cruzan la autopista que une Rosario y Santa Fe también están pendientes de ejecución desde 2009, al menos.
“En palabras simples, en cada año se ejecutó casi la totalidad del crédito asignado, pero sólo se cumplió con un porcentaje muy variable de las metas físicas -destaca el informe de la Auditoría General de la Nación-. En particular se destacan los años 2005, 2006 y 2007, en los que se utilizó el dinero otorgado, pero no se cumplió nada de lo previsto.”
SIN PUENTES
El caso más elocuente es el de la meta “Mejoramiento y reconstrucción de puentes”: según consignó la AGN, “su ejecución financiera durante el período 2004-2012 fue total (100%), mientras que el porcentaje de ejecución física fue inferior al 50% en la mayoría de los años, existiendo períodos en que no hubo ejecución física”.
Uno de los auditores a cargo del informe, el radical Horacio Pernasetti, indicó que la razón de que la mayoría de las obras viales no hayan cumplido con las metas previstas obedece a la discrecionalidad política del Gobierno.
“Promete cientos de obras en las leyes de presupuesto, pero después concreta sólo aquellas que cree convenientes políticamente. Esto explica por qué muchos proyectos de infraestructura finalmente figuran con escasa ejecución o, directamente, ésta sea nula”, explicó.
Estas promesas de corto vuelo en materia de obras públicas se replican también en el proyecto de ley de presupuesto 2015, que obtuvo media sanción de la Cámara de Diputados y aguarda su aprobación definitiva en el Senado, donde el tratamiento está previsto para el 29 de este mes.
“El presupuesto para 2015 promete una gran cantidad de obras para el próximo año, pero destina un monto insignificante para su ejecución, dejando el resto de la financiación a futuros gobiernos”, advirtió por su parte el diputado Martín Lousteau (UNEN-Suma+). Y añadió: “De las 762 obras previstas que implicarán más de un ejercicio, 275 asignan para el próximo año tan sólo un 1% del costo total de la obra o menos. Lo que equivale a destinar 273 millones de pesos para estas obras y dejar un remanente superior a los 80.100 millones.”
El diputado radical Julio Martínez, de La Rioja, abonó estas críticas y agregó algunas más. “En este presupuesto se proponen algunas obras que son las mismas del año pasado y que no se hicieron -dijo-. Hay algunas que tienen sólo el 1% por ciento del presupuesto necesario, lo cual quiere decir que no se van a hacer y sólo se mencionan para que el gobernador pueda decir en la provincia que ha conseguido tal o cual cosa cuando en realidad es una mentira, como la gran mayoría de este presupuesto.”
En el mismo sentido se expresó el ex presidente de la UCR y actual diputado Mario Barletta, quien reprochó que a buena parte de las obras destinadas a su provincia, Santa Fe, se les asignaran sólo un millón de pesos.
“¿Cuál es el plan de obras de infraestructura vial del gobierno nacional? ¿Cuánto de infraestructura vial se llevó [el empresario de la construcción Lázaro] Báez en los 20 millones de dólares que depositó en los bancos suizos? Son dólares manchados de sangre, porque mueren miles de argentinos en las rutas de Córdoba y de Santa Fe y de otros lugares del país. Estoy hablando de rutas nacionales como la 11, la 33 y la 34, donde no se ha hecho absolutamente nada”, asestó Barletta.
Desde Salta, el diputado de Pro Guillermo Durand Cornejo precisó que el año próximo la Dirección Nacional de Vialidad destinará por cada salteño apenas 361 pesos, mientras que por cada santacruceño se prevé un gasto de 6311 pesos. “La ruta nacional 40, eje del turismo en el Norte, tiene un presupuesto de 1200 millones de pesos, pero a Salta le enviarán 4 millones. Esto tiene una traducción en vidas”, acusó.
/fuente: lanacion.com.ar