15 DIC 2014 Firmas y fiscalizaciones de confianza son parte del entramado de nombres que rodean a la empresa Hotesur S.A, firma de la presidenta Cristina Kirchner y propietaria del hotel Alto Calafate. Clarín reveló el rol de los escribanos de confianza al momento de constituir empresas de la familia presidencial y empresarios allegados como Lázaro Báez. En esta red de nombres ahora también está un contador de confianza.
En una serie de documentaciones del rubro hotelero a las que accedió Clarín, consta la firma como contador del hotel Alto Calafate -propiedad de Hotesur investigada por el juez Claudio Bonadio-, Hugo Carlos Álvarez, actual síndico del Banco Central de la República Argentina.
Álvarez figura en una serie de documentos presentados ante organismos del mercado hotelero en El Calafate, haciéndose cargo de ser el contador del Alto Calafate, hotel al que Lázaro Báez. a través de Valle Mitre. pagó en concepto de alquiler más de $10 millones.
Como parte del círculo de confianza de los Kirchner, el síndico del Banco Central también firmó estados contables de una de las empresas de Osvaldo Sanfelice, socio de Máximo Kirchner y presidente de Hotesur S.A, que recientemente en medio del inicio de la causa que instruye Bonadio, inscribió ante la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) su agencia de publicidad, “Negocios Patagónicos S.A”.
Sus vínculos con los “números de los Kirchner” se remontan al principal contador responsable de supervisar los negocios de la familia presidencial. Se trata de Víctor Manzano. Con Álvarez son socios en la Consultora MAP con sede en Río Gallegos dedicada a realizar auditorías contables y trabajan juntos hace años prestando servicios contables a diferentes funcionarios K.
Entre los “santacruceños” y el círculo de kirchnerista, el contador es conocido. Fue responsable en varias oportunidades de fiscalizar declaraciones fiscales de importantes figuras K: Carlos Zannini, José López, Julio Miguel De Vido.
Martín Redrado, ex titular del Banco Central y actual integrante del Frente Renovador, conoció al contador santacruceño cuando ingresó a la entidad financiera. “Alvarez fue nombrado el último semestre de mi gestión, no existe incompatibilidad técnica en su cargo como síndico y contador de empresas de la Presidenta, ahí hay un dilema ético más que legal, considerando que una de las empresas de la que él es contador está siendo investigada”, explicó a Clarín.
Según detalla el sitio oficial del Banco Central, como síndico Alvarez tiene como función “fiscalizar” la observancia por parte de dicha entidad.
La primera vez que el contador de confianza de los Kirchner ingresó al Banco Central fue en 2009. El nombramiento ingresó al Congreso con el orden del día 394 y obtuvo la aprobación de la Comisión de Acuerdos en septiembre de dicho año.
Una vez vencido su nombramiento por un período de cuatro años, el Ejecutivo Nacional por Decreto (N° 1.669/2013) lo designó nuevamente como síndico titular del Banco Central, medida que llevó la firma del entonces jefe de Gabinete Juan Abal Medina y también del ex ministro de Economía Hernán Lorenzino.
Esta decisión fue polémica porque en dicha oportunidad, la medida no pasó por el Congreso como la primera vez algo que fue calificado como una “irregularidad” por no tener el aval parlamentario en su rol de síndico de los balances del Central.
Entre sus cargos provinciales, el contador del Alto Calafate fue jefe de administración de la gerencia en Río Gallegos de YCRT. También fue asesor impositivo y contable del Banco Santa Cruz en la época en la que Lázaro Báez trabajaba allí. El pago chico y sobre todo El Calafate siguen entrelazando nombres.
/fuente: clarín.com.ar