08-09-2014 Hasta ahora el proyecto final, que debe ingresar a Diputados el próximo 15, no pasó a la Jefatura de Gabinete, paso previo a la firma oficial del proyecto y sólo se mantiene en medio de consultas entre Economía, la Secretaría Legal y Técnica de la Presidencia y Cristina de Kirchner
La opinión del mundo político y económico local ya es casi unánime: nunca como este año el proyecto de Presupuesto nacional 2015 estará sometido a una obra de arte de dimensión para poder maquillar un cálculo que en sus proyecciones reales podría resultar impactante.
Se sabe que a estas horas la elaboración del Presupuesto nacional 2015 tiene sus demoras. Hasta ahora el proyecto final, que debe ingresar a Diputados el próximo 15, no pasó a la Jefatura de Gabinete, paso previo a la firma oficial del proyecto y sólo se mantiene en medio de consultas entre Economía, la Secretaría Legal y Técnica de la Presidencia y Cristina de Kirchner.
El Congreso sigue de cerca la situación y aunque desde esta semana seguirá ocupado en convertir en ley en Diputados el paquete sobre deuda y una semana después los cambios en Abastecimiento, tras esas tareas ya sólo le quedará esperar el proyecto de Presupuesto nacional.
En ese tren ya hay datos que inquietan a oficialistas y opositores. El desfase de variables entre las proyecciones de la Ley de Presupuesto 2014 y las que se anticipan para 2015 es evidente. Ni el INDEC sostiene ya la inflación de 9,9% que se había proyectado; tampoco el Banco Central, el dólar a $6,33 promedio que se estimó para 2014 y ni en adelanto oficial del Presupuesto 2015 reconoce que se podrá llegar a crecer 6 puntos del producto. Sólo un acuerdo con los fondos buitre le permitiría al Gobierno pensar en un número de crecimiento de la economía que fuera superior a cero.
El problema es que esas variables se utilizaron para calcular los montos de ingresos y gastos de la actual Ley de Presupuesto y saltar de esas dimensiones a las actuales sin estremecer al mundo económico local demandará una obra pictórica pocas veces vista en nuestra historia. Se supone que en esto anda por estas horas el Ministerio de Economía.
Una muestra de lo que vendrá la dio el mega-DNU que se conoció el primer día de agosto por el que el Gobierno sinceró los números del Presupuesto nacional.
En un solo decreto se amplió el gasto en $199.045 millones, llevando el déficit financiero del año a $131.327 millones más. Es decir, se subió el gasto un 22,5%. Sólo con esa medida, que normalmente el Gobierno emitía mucho más cerca del fin de año, el gasto saltó por encima del billón de pesos ya que el nominal original del Presupuesto 2014 se había fijado en $859.581. No fue ni será la última ampliación del año.
El financiamiento del sector público, entonces, pasa a ser uno de los primeros interrogantes del debate que viene. Hay una presunción que corre por los pasillos de Diputados y que tiene eco en economistas y asesores que indica que el proyecto de ley de Presupuesto 2015 no llegará solo, sino acompañado de otras disposiciones, señala Ámbito Financiero.
Lo que resulta clave en este punto es una posible modificación a la Carta Orgánica del Banco Central que amplíe la capacidad prestable de la entidad al Tesoro. Algo parecido a la ley que el Gobierno hizo votar en 2012, que no sólo eliminó “la relación fija entre la base monetaria y las reservas internacionales”, sino que amplió la capacidad prestable. Algunos opositores creen que esta medida será inevitable para que cierre, con o sin dibujo, el esquema de financiamiento del sector público.
Otra vedette de los problemas a discutir sin duda será la deuda. El año pasado se incluyó nuevamente el fondo de desendeudamiento por u$s9.855 millones. Ese número fue para atender diferencias con las cancelaciones a bonistas. Organismos internacionales corre por otra cuenta.
El default esta vez cambia todo, por lo que el Gobierno corre el peligro de dejar traslucir su estrategia de acuerdo con lo que incluya esta vez en el fondo. De todas formas, hay realidades inevitables: 2015 es un año complicado para vencimientos: sólo el 3 de octubre se debe pagar la amortización final del Boden 2015 por u$s 6.000 millones.
/fuente: iprofesional.com