Un un clima de ” economía de guerra ” mundial por los efectos del coronavirus , Alberto Fernández se sumó hoy a la reunión que cada miércoles celebra a puertas cerradas el elenco económico de su gabinete. “Hagamos un monitoreo de los niveles de actividad y controlemos qué sectores empiezan a manifestar más daño”, le pidió Presidente a sus ministros. Sobre la mesa se desplegaban informes con el título “Covid-2019 en Argentina. Escenarios de evolución. Proyecciones”.
Sin demasiada cintura presupuestaria, el Presidente pidió dar más “alivios” para amortiguar las secuelas económicas que dejará la pandemia . La titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, se llevó la tarea de analizar medidas para aminorar la carga fiscal de los monotributistas . En lo que ya constituye una marca de la gestión, en principio se estudia abarcar a las categorías más bajas del monotributo.
El Gobierno ya definió inyectar dinero a la economía así se sacrifiquen las metas fiscales. En ese tren, hoy los funcionarios resolvieron que se destinarán unos $3000 millones extra a los gastos operativos corrientes del sistema de salud, que se sumarán a los $1700 millones ya anunciados para la compra de equipamiento.
Precios
El equipo económico, en tanto, resolvió destinar más recursos humanos para controlar los precios tras un fin de semana donde la gente se volcó a los comercios para abastecerse. El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero , ordenó conformar una mesa especial integrada por el Ministerio de Desarrollo Productivo, el Ministerio de Trabajo y la AFIP para redoblar esfuerzos en el control de precios. Inspectores del organismo fiscal y empleados de diversas áreas podrían así cambiar sus tareas habituales para salir a la calle a controlar que no haya aumentos en productos esenciales.
Con esta medida, Cafiero puso en práctica por primera vez una facultad que le otorgó el Presidente a través del decreto 287, publicado hoy en el Boletín Oficial, que le permite “asignar funciones a la dotación de una jurisdicción u organismo, de manera provisoria, en el ámbito de otra, cuando así resulte necesario, para la efectiva atención de la emergencia sanitaria”.
Ayer, el Gobierno anunció que habrá precios máximos por 30 días para unos 50 productos de la canasta básica, retrotraídos al valor que tenían el 6 de marzo. El control de los precios es una obsesión del Presidente, que ayer dijo que no va a “tolerar” a los “pícaros” si hay aumentos de productos esenciales en el contexto de la pandemia. Kulfas se lo transmitió por teléfono al titular de la UIA, Miguel Acevedo, en las últimas horas.
“No debería haber aumentos de precios como resultado del incremento de la demanda porque la industria tiene capacidad ociosa con la que puede resolver ese problema sin costos adicionales”, fue el mensaje oficial.
En la UIA, especialmente en la industria alimenticia, ya manifestaron preocupación por el desguace de personal en los turnos de las fábricas, debido a las licencias para los padres y los mayores de 60. Reclaman que les reduzcan el impacto de cargas sociales -una medida hasta ahora prevista para las empresas vinculadas al turismo- por los sobreturnos que se implementarán para compensar las ausencias.
A la reunión de gabinete económico “ampliado” que se extendió durante tres horas en la Casa Rosada asistieron la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca; los ministros Martín Guzmán (Economía); Claudio Moroni (Trabajo) y Matías Kulfas (Desarrollo Productivo); la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, y el titular del BCRA, Miguel Ángel Pesce.
Fernández y Cafiero se incorporaron cuando promediaba el encuentro. Habían mantenido una reunión a solas, en Olivos, y luego se trasladaron a la Casa Rosada en auto, con el Presidente al volante, sin chofer.
Al encuentro también se sumaron por momentos el ministro del Interior, Eduardo de Pedro; la secretaria Legal y Técnica, Vila Ibarra; y el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, funcionarios que no suelen asistir al convite reservado para los ministros del equipo económico.
Los funcionarios analizaron el comportamiento del dólar, hasta ahora estable producto del cepo. “Estamos aguantando la presión de las devaluaciones de Chile y Brasil, necesitamos que no se vaya a inflación”, comentó hoy un estrecho colaborador del Presidente. Hoy, el riesgo país superó los 4000 puntos y los bonos soberanos cayeron otro 10%.
Ayer, la Casa Rosada anunció un paquete de medidas por $700.000 millones, para evitar que la economía, que ya viene alicaída, no colapse por el viento en contra que le suma el efecto del coronavirus. “En esta crisis, el Estado tiene que poner todas las herramientas posibles a disposición de la ciudadanía”, manifestaron hoy cerca de Fernández.