02 ENE 2015 Luego de varios meses plagados de reclamos por parte de automotrices y concesionarios, el Ejecutivo decidió elevar un 15% la base imponible a partir de la cual tributan los vehículos. Cuáles serán las marcas más beneficiadas con los cambios y qué impacto real se espera en los bolsillos
Finalmente, luego de un año cargado de reclamos, el Gobierno avanzó con modificaciones en el impuesto interno a los autos.
El tributo, duramente criticado por la industria, fue responsable de haber “pulverizado” la comercialización de modelos premium y de alcanzar a cada vez más vehículos de fabricación nacional.
En un mercado presionado por la suba de costos y por el “efecto arrastre” que había dejado la devaluación de enero del año pasado, los precios de los 0Km sufrieron un alza de casi 50% promedio a lo largo de 2014.
Esta situación había dejado a más de 30 versiones de autos con “sello argentino” al borde del “abismo tributario”.
En la industria aseguraban que si el Ejecutivo no introducía cambios, entonces más de la mitad de los vehículos fabricados en el país en poco tiempo iban a estar alcanzados por el polémico impuesto.
Para corregir estas distorsiones, el último día de 2014 el Ejecutivo dio luz verde a un aumento del 15% en la base imponible. Una actualización que, sin embargo, está muy por debajo de las expectativas que tenían terminales, importadores y agencias (ver cuadro).
Sucede que el “número mágico” con el que se venía especulando en los últimos meses hablaba de una suba promedio del 25%. De modo que la actualización se ubicó unos 10 puntos por debajo del nivel que reclamaba el sector en su conjunto.
Esos diez puntos marcan el día y la noche para la industria, dado que en un nuevo año para el que se prevé una presión inflacionaria de más del 30%, es cuestión de esperar unos pocos meses hasta que la situación vuelva a “foja cero”.
“Claramente, una actualización del 15% de la base a partir de la cual comienza regir el tributo resulta insuficiente. No alcanza para cambiar la dinámica del mercado. En el sector se especulaba con un alza del 30%, que era un porcentaje muy lógico, acorde a la suba de precios de los 0Km el último año”, afirmó a iProfesional Alberto Príncipe, presidente de la Cámara del Comercio Automotor (CCA).
Con esta actualización, el mercado pasará a regirse de la siguiente manera:
• La base imponible para la primera escala de 30% (que al precio de venta se traduce con un aumento del 50%) pasó de $170.000 a $195.500 para el valor de venta a concesionario (antes de impuestos y comisiones). En la práctica, afectará a los 0Km que tengan un valor de venta al público superior a los $276.000.
• La base imponible de la segunda escala de 50% (que al precio de venta se traduce con un aumento del 100%) subió de $210.000 a $241.500 a valores de fábrica. En la práctica, alcanzará a las unidades que se comercialicen por encima de los $400.000.
A la espera de una segunda mejora
Sin embargo, en la “letra chica” del decreto, hay un dato clave: la modificación, contrariamente a la medida que rigió a lo largo de todo 2014, sólo tendrá vigencia hasta el 30 de junio de 2015.
Además, en el texto se hace referencia a que el Gobierno podrá “aumentar hasta en un 25% los gravámenes previstos, disminuirlos o dejarlos sin efecto transitoriamente, cuando así lo aconseje la situación económica de determinadas industrias”.
Es decir que para el segundo semestre hay altas posibilidades de que el Ejecutivo avance con una nueva actualización.
“Cuando se observaba la lista de precios, se veía claramente que había una enorme cantidad de modelos justo en el límite. Las empresas estaban conteniendo las alzas porque, de otro modo, caían automáticamente bajo el tributo y eso los iba a sacar del mercado”, destacó a iProfesional el vocero de una marca europea.
“Por eso el Gobierno temía que si les daba a las automotrices una mejora del 30% de una sola vez, esto se tradujera en bruscas subas de precios. Por eso la estrategia oficial fue la de actualizar la base imponible de manera escalonada“, completó el directivo.
El CEO de una automotriz asiática también confirmó que “en las últimas semanas, las negociaciones entre las empresas y el Ministerio de Economía fueron muy duras. Toda la discusión giró en torno a la evolución de costos. Se encontró una salida que, de alguna manera, conforma a ambas partes“.
Para el Gobierno, este retoque del 15% implica no tener que reconocer de una sola vez el incremento de costos que castigó a la industria automotriz a lo largo del 2014. Además, el hecho de tener que rever el decreto en seis meses es una herramienta de presión para negociar políticas de precios de los 0Km para el segundo tramo de 2015.
A las terminales, en tanto, les da un poco de oxígeno de cara a la primera parte del año y esperanzas de recibir una nueva mejora en los próximos meses.
¿Bajarán los precios?
Este cambio con el que se beneficiarán las automotrices difícilmente se traslade al bolsillo de los argentinos, que en 2014 debieron soportar un ajuste promedio de casi el 50%, según la lista de precios oficial de ACARA.
Según Abeceb, de las 53 versiones de modelos de gama media producidas en el país, más de la mitad, unas 32, tenían sus valores “freezados” justo en el límite de la primera escala del tributo, lo que muestra cómo las empresas se vieron obligadas a resignar rentabilidad.
En este grupo se ubican Ford Focus, Citroen C4 Lounge, Peugeot 308 y 408 y Renault Fluence, entre otros.
De modo que, a partir de ahora, con el aumento de la base imponible, las compañías tendrán un gap para actualizar valores hasta el tope, sin riesgos de caer bajo la órbita del impuestazo y con la posibilidad de recibir otro plus a partir del segundo semestre.
“Los valores no van a bajar con los cambios impulsados en el tributo. Por el contrario, seguirán subiendo, porque lo que está haciendo el Gobierno es propiciar una actualización de los precios, que estuvieron mucho tiempo contenidos por la barrera que significaba el impuestazo”, destacó el responsable de ventas de una de las principales redes de concesionarios de Volkswagen del país.
Desde la consultora Abeceb brindan una visión similar: esperan que, a partir de este cambio, bajen los valores de las pocas versiones de fabricación nacional que sí habían sido alcanzadas en 2014 por el tributo -todas ellas tope de gama-. Pero para el resto de los modelos, que tenían los precios contenidos justo en el límite, se espera que poco a poco se encarezcan.
Así las cosas, en consenso en el mercado es que los autos nacionales de gama media, que hasta diciembre de 2014 promediaban los$240.000 al público, se incrementen, en promedio, un 10% durante el primer semestre.
Para el caso de los de menor valor, las alzas podrían ser incluso mayores, ya que no correrán el riesgo de caer bajo la órbita del tributo.
Ernesto Cavicchioli, vicepresidente de Hyundai, confirmó que “algunas unidades que hoy se ofrecen en $240.000 podrán aumentar sin tener que pagar impuestos. En tanto, los que están por debajo de ese nivel, también tendrán más espacio para seguir hacia arriba”.
Peugeot es una de las que se verá favorecida con el cambio en la normativa. Cabe destacar que tanto el 308 como el 408 estaban al borde del “abismo tributario”.
Ahora, la automotriz del león dispondrá de un margen para aumentar los precios sin arriesgarse a que los capte el impuesto, al menos hasta el primer semestre del año.
Por otro lado, tendrá también más espacio para “jugar” con los valores de venta del 3008, que tenía tres versiones con impuestos y dos sin estar afectados, por estar justo en el límite.
Toyota, para las versiones que actualmente conforman el tope de gama del Corolla, a partir de ahora también tendrá margen para actualizar un poco sus precios durante el primer semestre.
Otro de los segmentos que encontrará alivio es el de los SUV chicos. Modelos como la Chevrolet Tracker, Ford Ecosport y Renault Duster hace tiempo que tenían sus precios contenidos para que no traspasen el tope.
Claro que tener que jugar tan al límite terminó repercutiendo en la oferta. En muchos casos, ni siquiera hay disponibilidad en los concesionarios.
Sin embargo, en el sector no creen que la totalidad de las versiones que dejaron de ofrecerse en el mercado local (por el efecto del impuesto), vuelvan a verse en las agencias.
“Muchas automotrices pensarán dos veces antes de poner a la venta otra vez un modelo que, en el término de un semestre, podría verse nuevamente alcanzado por el tributo. Y más cuando tampoco hay 100% de garantía de que el Ejecutivo efectivamente vaya a actualizar la base imponible en la segunda parte del año”, explicó la fuente consultada.
Las menos beneficiadas
Las marcas importadas de alta gama difícilmente encuentren en este cambio una solución a sus problemas ya que, en general, son vehículos que superan holgadamente el segundo tramo de la escala.
Una de las pocas automotrices premium que vería una pequeña ventaja tras la modificación introducida por el Ejecutivo es Audi.
Por ejemplo, una de las versiones del A1 -el más chico de la marca de los anillos- cuesta u$s30.600. Es decir, $261.800 con un cambio de $8,5. De modo que, con la modificación de la base imponible, podría “zafar” del impuesto.
Lo mismo podría suceder con algunas versiones del MiTo, de Alfa Romeo.
En cambio, en el caso de Mercedes Benz, prácticamente no se verán mejoras en sus precios al público.
Uno de sus modelos de entrada de gama, el Clase A, tiene un valor de u$s78.900. Es decir, $670.000 al público. Así las cosas, se seguirá viendo alcanzado por la segunda escala del tributo.
Otra importada que no sentirá mucho alivio es BMW. El Serie 1,el más barato de la casa, supera los u$s70.000.
Distinta es la realidad de algunas importadas generalistas, que podrían “zafar” en sus modelos entry level.
Sin embargo, la decisión de elevar la base imponible no tranquiliza a las compañías del sector, luego de atravesar un 2014 con derrumbes que, en términos porcentuales, no se observaban desde 2002.
Para Caviccioli, de Hyundai, “el cambio propuesto no alcanza”. Bajo la visión del directivo, sólo dos medidas podrían darle una solución de fondo a las importadas:
• Bajar las alícuotas del 30% y 50% y llevarlas al 10% y 15%, respectivamente.
• Subir la base imponible hasta los $630.000, de manera que en ese caso el tributo sólo impactaría en los modelos de lujo.
“Elevar la base no resulta suficiente ni para llegar a la situación de enero 2014, que ya de por sí era mala. La devaluación y la inflación superaron ampliamente ese número”, comentó Ernesto Caviccioli, vicepresidente de Hyundai Motors Argentina, haciendo referencia a que los precios, a lo largo del año, acumularon un alza de casi el 50%.
/fuente: iprofesional.com