18 MAY 2015.- Por la inflación, sobre todo en alimentos, la Asignación Universal por Hijo (AUH) perdió una cuarta parte (25%) del poder de compra que tenía cuando fue lanzado, en octubre de 2009. Este es un beneficio que cobran los padres de 3,6 millones de chicos en todo el país.
Estas cifras cobran relevancia porque hace un año que el Gobierno no ajusta el valor de la AUH. Por eso, entre los analistas políticos se descuenta que en los próximos días la presidenta Cristina Kirchner podría anunciar un aumento la por cadena nacional.
De los números elaborados por la experta Graciela Bevacqua -la directora del INDEC que fue desplazada de su cargo en enero de 2007 por negarse a manipular las cifras de inflación- surge que el valor de la AUH debería ser actualmente de $ 860 para mantener su poder adquisitivo original.
En cambio está fijada en $ 644 en este momento. Cuando el hijo es discapacitado, el beneficio asciende a 2.100 pesos.
El deterioro de la AUH se produjo porque los aumentos fueron inferiores a la suba real de los precios de los alimentos en el mismo período de análisis. La comparación se realiza contra la evolución de la canasta de alimentos porque las personas que perciben la AUH, así como otros planes sociales, destinan casi la totalidad del beneficio a comprar alimentos.
El último aumento del subsidio entró a regir en junio de 2014, que fue cuando pasó a $ 644, aunque este monto no compensó la suba de los precios acumulada y resultó así un 7% inferior al de octubre de 2009.
También se deterioraron las Asignaciones Familiares que cobran los padres que trabajan en blanco. En este caso, el beneficio es decreciente ($ 644, $ 432, $ 260 y $ 132) según los rangos salariales y lo perciben si el matrimonio cobra menos de $ 30.000 y ninguno de los cónyuges gana más de $ 15.000. Por eso, al no actualizarse los rangos salariales, muchos trabajadores pierden el beneficio o pasan a cobrar menos.
En general las asignaciones se fueron ajustando una vez por año perdiendo así la carrera con la inflación, que sube día a día, semana a semana. El último aumento se cobró en junio pasado.
Así, durante todo el período anterior a cada aumento, la AUH soporta una brusca caída del poder adquisitivo que en ningún momento es compensada y tampoco se recupera lo perdido durante los 12 meses que median entre uno y otro aumento.
La AUH no tiene movilidad automática y tanto la oportunidad como el porcentaje de aumento dependen de la decisión presidencial, que hasta ahora se inclinó por ajustes anuales aunque también hubo ajustes de 10 o 11 meses. La asignación por hijo es un beneficio al que tienen derecho los hijos de los desocupados, de los que trabajan “en negro” o ganan menos del salario mínimo, vital y móvil.
En una alta proporción la AUH permite que muchas familias dejen de ser indigentes, pero no salen de la pobreza, cuya canasta básica se ubica en torno los $ 8.000 mensuales para una familia tipo (matrimonio y 2 hijos), según algunas estimaciones privadas. La CGT de Hugo Moyano calculó que a diciembre de 2014 la pobreza afectaba al 28,9% de la población, lo que equivale a unos 12 millones de personas.
La falta de datos oficiales sobre indigencia y pobreza es exclusiva responsabilidad del Gobierno. El 23 de abril de 2014 por decisión de Axel Kicillof el INDEC no difundió las cifras de indigencia y pobreza del segundo semestre de 2013.El impacto de la inflación golpea más fuerte a los beneficiarios de la AUH porque pertenecen a los segmentos más marginados de la sociedad.
La situación es distinta en los sectores medios y altos. Básicamente, porque éstos no utilizan todos sus ingresos para comprar comida, sino que contratan servicios o adquieren bienes que aumentaron menos que la inflación o que los alimentos.Esta asignación fue creada por medio del decreto 1602/09, del Poder Ejecutivo Nacional, y comenzó a regir a partir del primer día de noviembre de 2009.Los beneficiarios cobran mes a mes el 80% del beneficio y el resto se percibe contra la presentación de los certificados de asistencia escolar y de salud./ clarín.com.ar