19 ENE 2015 El costo de los viajes al exterior se podría abaratar durante este año, a contramano de lo que ocurrió en 2014, período en el que cayó el turismo emisivo.
De este modo, se estaría produciendo un efecto inverso al que intenta generar el Gobierno con el impuesto del 35% a las compras realizadas en el exterior.
A esta conclusión llegó un estudio elaborado por la consultora Ecolatina.
Allí se sostiene que “es poco probable que el Gobierno implemente una devaluación como la que se registró a principios del año pasado. Con el propósito de moderar la depreciación del peso, financiar el gasto público y estimular el consumo, el Ejecutivo intentará emitir la mayor cantidad de deuda posible”.
Si bien advierte sobre el efecto que esto tendrá en los valores, precisa que “la desaceleración de la suba de precios será acotada por la elevada inercia inflacionaria, exacerbando el atraso cambiario. Esto impactará negativamente en la actividad del turismo, al abaratar los viajes al exterior en detrimento de los destinos locales”.
De todos modos, esto no quiere decir que se producirá un aluvión de viajes fuera del país. “El menor dinamismo de la demanda interna (producto de la caída del poder adquisitivo y del empleo) implica que, aunque los viajes al extranjero se abaraten, muchas familias podrían resignar vacaciones en el exterior, priorizando viajes cortos dentro del país”, aclaró la consultora.
La consultora advirtió que, además, parte de los argentinos que viajaron al exterior el año pasado lo hicieron al comprar anticipadamente sus pasajes, previo a la devaluación, e incluso antes de que se fijara el 35% de recargo, aprovechando además el financiamiento, que durante parte de 2014 estuvo casi ausente, y el atraso cambiario. Esas condiciones ya no existen, por lo que no se estima que pueda haber un “boom” de viajes fuera del país.
Con respecto al turismo receptivo, de los extranjeros que llegan a la Argentina, la apreciación del peso, en coincidencia con la devaluación de las monedas de numerosos países emergentes (incluida América latina) podría volver a reducir el arribo de visitantes, tentados por destinos más baratos que la Argentina.
Por eso, la consultora destacó que si se profundiza el atraso cambiario durante este año, “el turismo se verá perjudicado. No sólo se ampliaría nuevamente el déficit de turismo internacional, sino que podría volver a caer la ocupación hotelera por menor ingreso de turistas extranjeros y mayor cantidad de argentinos eligiendo viajar al exterior por sobre los destinos locales”.
El año pasado, con la devaluación creciente y el recargo aplicado a los viajes al exterior, el Gobierno logró evitar una mayor salida de divisas, al reducirse la salida de argentinos fuera del país y crecer los arribos.
Según datos de la Encuesta de Turismo Internacional (ETI), elaborada por el Indec, la cantidad de argentinos que viajaron al exterior se contrajo 4,4% entre enero y noviembre de 2014, frente a los crecimientos interanuales de 2012 y 2013 (+12,8% y +6,2%, respectivamente).
/ cronista.com.ar