La primera impresión en una entrevista laboral es muy importante. Dura aproximadamente diez segundos, y es a raíz de ese primer encuentro que el cerebro guarda la percepción que se tuvo sobre esa persona.
Se trata de un sinfín de sensaciones, de impresiones que no están escritas, de la comunicación kinestésica a través del cuerpo y los gestos, que complementa a los datos objetivos que los reclutadores tienen a través del currículum.
Hay ciertas actitudes que pueden poner en jaqueel futuro del candidato como evitar el contacto visual, estar pendiente del celular, reclinarse en la silla o mostrarse durante toda la entrevista de brazos cruzados.
Son tan sólo algunos de los ejemplos negativos del lenguaje no verbal que los profesionales suelen notar durante la entrevista de personal.
El portal Infobae dialogó con María Belen Castellino, especialista en oratoria y en lenguaje no verbal, acerca de las claves a tener en cuenta antes, durante y después de una entrevista de trabajo para dejar una impresión impecable.
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La llegada: antes de la entrevista
“Lo primero que debe demostrar la persona entrevistada es no trasuntar sus nervios al otro, ya que a pesar de que estos sean inherentes al ser humano, durante una entrevista de trabajo se debe mostrar confianza y fortaleza”, aseguró Castellino.
“Esto se refuerza además con la postura de la persona en la sala de espera, ya que no se sabe quién es el que está observando detrás del escritorio de la recepción”.
Por otro lado, la experta se refirió a la manera en la que hay que presentarse: “Es algo sumamente importante que la persona vaya con las coordenadas bien en claro y memorizado: ante quién se debe presentar, a qué la hora es la reunión, la puntualidad por supuesto, ya que no habla bien de la persona fijarse todo en el celular”.
Durante la entrevista
El saludo. Según Castellino, el saludo inicial y el de despedida son los únicos momentos en los que debe haber contacto físico entre el entrevistador y el entrevistado. Además, si hay apretón de mano, éste “debe ser fuerte y firme, ya que sino suele simbolizar falta de carácter”.
Mantener el contacto visual. Se debe mirar siempre a los ojos y esperar a que el otro comience a hablar, ya que no se debe resignar el silencio, a pesar de que haya nervios.
“Un buen consejo es que la persona mire entre cejas si el contacto visual lo incomoda, y así intentar mantener la mirada firme y hacia el rostro del entrevistador”, aconsejó.
La postura. Los brazos deben estar siempre a la vista, ya que el entrevistador puede tomar esto como una señal de que el entrevistado oculta algo.
“No se debe apoyar en el escritorio. Es mejor poner las dos manos en la rodilla, siempre y cuando se vea natural y descontracturado”, advirtió la experta en lenguaje no verbal. Por otro lado, se debe evitar cruzar las piernas y los brazos, ya que demuestra una actitud defensiva.
Gestos. “La persona debe evitar tocarse el pelo, rascarse la nariz o la barbilla ya que esto demuestra una falta de interés y conexión sobre lo que la persona está diciendo”, apuntó Castellino.
Finalizando la entrevista laboral
Cuando el entrevistador da por finalizada la entrevista, se debe respetar esta decisión y no agregar nada innecesario.
“Es muy importante que la persona al momento de retirarse no hable mucho, ya que puede denotar un sentido de esfuerzo para remediar algo que no se dio durante la entrevista”, reveló.