28 NOV 2014 Llevar el auto al taller antes de salir a la ruta siempre fue un trámite engorroso, que pronto se olvidaba a la sombra del relax vacacional. Pero este verano, la visita al mecánico podrá ser el inicio de una estresante odisea y hasta puede poner en peligro las vacaciones. Varios arreglos y mantenimientos –incluso los más comunes– exigen repuestos cada vez más difíciles de conseguir. Y el tiempo hasta dar con ellos, de semanas o hasta meses, puede exceder al corto mes que resta para la partida.
Coinciden en esta advertencia importadores, repuestistas y mecánicos consultados por Clarín, que vieron agravarse los faltantes en los últimos meses, en paralelo al endurecimiento en las medidas oficiales para reducir la salida de dólares. Esto ya complica hasta un cambio de neumáticos o de pastillas de freno. Y afecta tanto a dueños de vehículos nacionales como importados.
“El Gobierno cuotificó la entrega de dólares a las automotrices en cantidades que no cubren sus necesidades. El suministro de partes se resintió y hoy los mayores faltantes se dan en piezas para modelos fabricados en el país, que se arman con un 75% de partes extranjeras”, explicó Miguel Ponce, gerente de la Cámara de Importadores argentina.
“Hemos llegado a una situación crítica que afecta directamente al automovilista –definió–. Primero, por las demoras: si el faro, la pastilla de frenos o la bujía no está, en vez de dejar el auto en el taller 4 días, termina quedando 15, 20 o incluso más, hasta conseguirla. Pero además, la escasez y la incertidumbre cambiaria empujan los precios”.
La lista de faltantes es larga, según fuentes del sector. Inyectores, válvulas, bombas eléctricas y sensores están entre las más sensibles. Tampoco se encuentran varias marcas de embragues, correas de distribución, ópticas, juegos de aros y algunas partes de carrocería. En pastillas de freno, bujías, filtros y bobinas de encendido, faltan los de buena calidad. Para varios modelos de alta gama, incluso de los más nuevos, no se consigue algo tan básico como neumáticos. Y también hay problemas con actuadores hidráulicos, bielas y bancadas, entre otros.
Esteban Martín, de la Cámara de Empresarios de Repuestos de Córdoba, reveló que Renault “no está entregando ninguna pieza desde hace tres meses”, por falta de dólares. “Prevemos que esto pronto termine afectando a todas las marcas y lo más preocupante es que entre los faltantes hay repuestos de mecánica muy específicos, como los de inyección o piezas de motor que no se fabrican en la Argentina. Con lo cual, el auto que los precise puede quedar parado mucho tiempo”, indicó.
Ese lapso, según Claudio Odoguardi, titular de la Cámara de Repuesteros de La Plata, puede ser de semanas o meses. “De muchas partes sólo se consiguen reemplazos de mala calidad o de marcas nacionales que no cubren la demanda. Y lo que sí está se encarece”, dijo y denunció que muchas piezas “triplicaron su precio desde mitad de año”.
Así, entre los talleres mecánicos anticipan que puede haber complicaciones imprevistas para quienes hagan el chequeo poco de la partida. La alta demanda previa a las vacaciones aún no comenzó y esperan el pico recién para mediados de diciembre, poco antes de la Fiestas y del comienzo de las vacaciones.
“Muchos llegarán sin los 30 a 60 días de anticipación que estamos recomendamos. O, lo que es peor, saldrán a la ruta sin revisión”, explicó Juan Vicente, presidente de la Unión Propietarios de Talleres Mecánicos de Automóviles, quien coincide en que la provisión de repuestos “pasa una época difícil” y en que “empeoró en los últimos meses”.
Es algo que Martín, de un taller de Pompeya, vive día a día. “Si hay en fábrica –contó– te traen la pieza en 48 horas. Pero hoy muchas no se consiguen. Te dicen que llegará en dos o tres meses, pero sin certezas, y encima exigen una seña anticipada. El cliente se lleva el auto sin arreglar o pide adaptar otro repuesto”. “De algunas líneas de Volkswagen o Chevrolet, no hay nada. Y los chapistas se están volviendo locos”, agregó.
La falta de repuestos tuvo otra consecuencia negativa: el crecimiento del mercado negro de autopartes y el consecuente aumento de hechos de inseguridad vinculados al robo de autos. Además, según las aseguradoras, por los aumentos, el costo de las partes de un vehículo suma más del 300% de su valor de mercado, cuando lo normal es que vaya del 150 al 200%. Esa anomalía luego se traslada a las cuotas en cada renovación de póliza.
/fuente: clarín.com.ar