Referentes de empresas familiares se reunieron en un evento organizado por LA NACION para hablar sobre la actividad y sus vínculos
De la sobremesa a las reuniones de trabajo. De las vacaciones en conjunto a los viajes corporativos. De abuelo, padre e hija a fundador, presidente y gerente. En el evento Family Business organizado por LA NACION, 19 especialistas y empresarios de distintos rubros se reunieron para hablar de errores y aciertos de las empresas familiares.
La primera actividad del evento fue una charla entre José Del Rio, secretario general de Redacción de LA NACION, y Eduardo Coduri, CEO de la consultora EY. El ejecutivo afirmó que uno de los errores más comunes en las empresas familiares es no contar con un family business, un “cerebro corporativo” que defina temas clave para la compañía como la sucesión o la incorporación de los cónyuges.
Enseguida, llegaron Hugo Sigman y Silvia Gold, fundadores del Grupo Insud, para contar las “historias mínimas” que formaron la compañía que hoy está involucrada en los sectores farmacéutico, cultural y de biotecnología. La bioquímica repasó, entre risas, momentos como un olvido de aniversario por parte de su marido, y el psiquiatra recordó la influencia de su suegro en el rumbo de la empresa familiar que fundó junto a su mujer y que hoy dirige su hijo Leandro.
Luego, otras historias familiares: una de padre e hija y otra de marido y mujer. Ricky y Sofía Sarkany detallaron cómo ella desarrolló su marca con ayuda de su padre, quien dijo que en el trabajo con sus hijas aprendió más que en los 20 años anteriores. Andrea Frigerio y Lucas Bocchino, creadores de la marca de perfumería Roses Are Roses, explicaron cómo manejan las tensiones laborales para mantener el matrimonio en paz. “No es fácil, pero hay que tratar de no ofenderse cuando uno le dice al otro algo que no le gusta”, dijo la actriz y conductora de LN+.
“Planificación” fue el término clave del panel integrado por Guillermo Perkins (IAE Business School); Santiago Sáenz Valiente (Sáenz Valiente & Asociados) y Diego Bouchoux (Banco Galicia). Perkins recomendó pensar la sucesión con tiempo y en una primera etapa aconsejó apostar por pasantías o trabajos de verano para que las nuevas generaciones vayan adaptándose al ritmo de la empresa.
Sáenz Valiente advirtió sobre los riesgos de no contar con planificación fiscal. “Hay que ser responsable de que no haya ninguna omisión ni presentación tardía porque eso genera problemas grandes”, dijo. Bouchoux destacó la necesidad de profesionalizar el área de finanzas de las compañías familiares, que muchas veces queda a cargo de alguna persona de confianza y no de la persona más idónea.
“Un apellido, dos caminos” fue el título de la charla en la que Martín y Manuel Cabrales contaron cómo apostaron por proyectos diferentes. Mientras Martín decidió quedarse en la compañía cafetera, su sobrino, Manuel, creó la marca Make It Happen, dedicada al rubro de los alimentos. A pesar del cambio de rumbo, no puede liberarse de la pregunta sobre su apellido: “Arranco yo y explico que mi familia es la del café, porque siempre me lo preguntan”, afirmó.
Tres casos más: Juan Pablo Gavuzzo (Della Casa), Claudio Rodríguez (Sinteplast) y Julián Groisman (Grupo Presidente) contaron sus historias, cada uno con un objetivo claro. Groisman ingresó al grupo familiar para diversificarlo. Gavuzzo se alió a su padre para abrir los primeros locales al público de la marca de muebles. Rodríguez subrayó la necesidad de innovar a pesar de que algunas novedades se adelanten al mercado.
El evento cerró con la palabra de Alexia Keglevich, CEO de Assist Card, quien contó una historia que incluyó nobles húngaros, un padre fundador muy exigente y ansias de trabajar a los 16 años, y que terminó en la resiliencia suficiente de la hoy ejecutiva para permanecer en la compañía, a pesar de que en un momento dejó de ser familiar.