El impuesto a las ganancias por primera vez en muchos años no presenta incertidumbre. Tanto las escalas como deducciones se ajustan por RIPTE 2017. Esto ayuda a la negociación salarial de manera importante.Un reciente informe del IARAF asegura que sin ajuste automático, un aumento salarial y de la inflación del 20% para este año, incrementaría automáticamente la tasa efectiva del impuesto. Un empleado casado con 2 hijos que en 2017 ganó $41.500 netos por mes, pasaría de pagar el 3,9% al 7,7% de su ingreso.
Con ajuste automático, la idea es que la tasa efectiva se mantenga constante. El caso citado seguiría pagando el 3,9% de su ingreso neto.”Al ajustar automáticamente con el RIPTE 2017, del orden del 29%, una paritaria del 20%, no sólo no va a subir la presión impositiva sino que la va a bajar. El caso citado va a tributar el 2,5% del ingreso. Es decir que va a tener un aumento real de ingreso de 1,3%”, señalan desde el IARAF.
El hecho que el ripte 2017 esté en el orden del 29% da margen para que en 2018 aumenten los salarios reales por la vía de una menor presión tributaria. Con 20% de suba salarial, los salarios reales subirían entre el 0,5% y el 1,7%, precisa el informe.
A los trabajadores que no pagan ganancias no les tocaría el beneficio posible de suba real por menor impuesto. En efecto, un trabajador que en 2017 tuvo ingresos netos por $24.900, tendría cero aumento real por menor carga tributaria.En la medida que el valor del ajuste automático sea mayor a la inflación esperada, bajará la carga efectiva del impuesto para los trabajadores que lo pagan. A igual paritaria, mejorarán más su salario real aquellos trabajadores que pagan que los que no lo hacen.