11-OCT-2013 No llegaron a 10.000, como aventuraba para este año el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, al comenzar a gestar la creación de una tarjeta de crédito popular. Son 400 las Supercard activas actualmente, y no llegan a la mitad de esos plásticos las que ya realizaron compras. Pero al menos, la subsecretaria de Defensa del Consumidor, Lucila Colombo, predicó con el ejemplo y ya usó la suya, la N° 2 entregada, en Easy y Garbarino. La tercera tarjeta que se emitió y fue para Yolanda Durán, representante de los supermercados chinos, todavía no fue usada. La N° 1 lleva el nombre de Cristina de Kirchner.
En la última reunión que mantuvo el viernes pasado Moreno con representantes del comercio minorista aseguró que la Supercard “viene bien y crece gradualmente”. Allí estaba Ider Peretti (CGE), Juan Vasco Martínez (ASU), Yolanda Durán (Cedapsa), Alberto Williams (Asociación de Propietarios de Carnicerías) y Jorge Martínez (Cámara Argentina de la Industria Frigorífica), entre otros, que comentaban que en los puntos de venta que conocen, la situación no era tan alentadora. Los datos del mercado respaldan esa visión. Actualmente son 400 las Supercard activas (hay más de 24 millones de los tradicionales plásticos de Visa, American Express y Mastercard, principalmente), y además menos de la mitad ya realizaron compras. Hasta que la Supercard no se usa, no se cobran los gastos de mantenimiento.
Hay varias trabas en el despegue de la Supercard, el plástico que creó e impulsó Moreno que cobra una tasa de 0,75% a los comercios contra el 3% de los plásticos tradicionales. Aún con ese beneficio, son poco más de 1.000 los comercios que las aceptan en todo el país porque es necesario un código de habilitación que pocos pueden obtener. “En el sector de los supermercados chinos todavía no nos sumamos porque hace falta tener un posnet y para nosotros es costoso”, explicó Durán a este diario y confirmó que todavía no realizó compras con su tarjeta. El tema del acceso a los posnet también se tocó en la reunión de la semana pasada en la Secretaría de Comercio Interior. Los punto de venta chicos aseguran que el costo que implica aceptar tarjetas es muy significativo en su facturación y les quita competitividad con los grandes supermercados.
/ fuente ambitoweb.com.ar