11 FEB 2016 – Es increíble que los empleados públicos provinciales hayan aumentado de 1.522.934 en 2002 a 2.733.179 en 2015. Esto es aún más increíble si tomamos en cuenta que los gobernadores se quejan con fuerza diciendo que el gobierno nacional los ahogó en los últimos 12 años, los dejó sin recursos, los asfixió financieramente.
Veamos las cifras estimadas para el conjunto de las jurisdicciones, que se han consolidado para poder observar el crecimiento del empleo provincial:
Empleo del sector público provincial
-en personas, no incluye municipalidades-
Año —————–Nro. de personas
2002 —————-1.522.934
2013————— 2.372.963
2014 —————2.484.708
2015e ————-2.733.179
Fuente: OJF&asoc. en base a Mecon, Anses,Bcra,Indec, Mo de Trabajo y Mo de Desarrollo Social
El incremento es de 79% desde el 1°de enero de 2003 hasta el 31 de diciembre de 2015, un número que no guarda relación con el incremento de la población del país entre esas fechas, que fue de 13 por ciento.
¿A qué puede atribuirse este increíble incremento del empleo público en las provincias? En muchas de ellas el factor explicativo es el clientelismo. Pero también puede considerarse que es una respuesta a la falta de dinamismo en la ocupación de las actividades productivas, que, dejadas a sus propias fuerzas, ahogadas con impuestos, hubieran arrojado un gran aumento del desempleo y que se prefirió encubrir con empleo público.
En efecto, el desempleo hubiera alcanzado al 15% si no hubiera sido por el aumento del empleo público provincial. Esta es una forma muy cara de seguro de desempleo, que inclusive es difícil de normalizar en la medida en que se recupera el crecimiento económico.
También hay que hacerse la pregunta que surge de estas cifras. Este aumento se produjo “sin fondos del gobierno nacional” pero ¿”qué hubiera pasado si este último les “hubiera brindado más recursos” como proponen los defensores del federalismo simple?
Es una pregunta que se quedará sin respuesta pero, al confirmarse estas cifras, esta evolución genera bastante falta de credibilidad en las administraciones provinciales. Por otro lado, es un toque de atención para los que proponen darles más recursos a las provincias, pues “éstas los van a administrar mejor”. Se ve que no ha sido así.
Trabajamos para producir. Tener un puesto y no producir nada, no es trabajar, sino aparentar trabajar. En la mayoría de las provincias el horario es hasta las 13:00 y después ya no se debe volver al trabajo. Esto nos muestra que corresponde estudiar mejor el empleo provincial y la solución es generar empleo privado, productivo, formal en las provincias. Se puede hacer esta transformación, pero hay que acordarse que llevará tiempo.
Fuente: Lanacion.com.ar