10-ENE-2014 En ocasiones, las Normas Internacionales de Información Financiera (IFRS, por sus siglas en inglés) son vistas como una obligación de “mucho trabajo” en donde no se percibe un valor agregado, yo creo que es todo lo contrario y a continuación les diré por qué.
Hoy en día existe un cumplimiento parcial, puesto que no hay convicción natural de revelar bajo IFRS, ni mucho menos un entendimiento claro de cómo les genera valor.
Existen beneficios al revelar bajo IFRS, tanto internamente en la empresa con los accionistas como externamente con los inversionistas.
¿Qué pasa cuando no sabemos el diagnóstico de nuestra empresa en términos contables? Entonces tenemos diferentes efectos a considerar:
Por un lado están los miembros del Consejo de Administración y sus niveles directivos, quienes al no saber el grado de cumplimiento que tienen, ignoran las mejoras que pueden hacer a sus procesos de información financiera.
Más que obligatoria, la información es estratégica para la toma de decisiones. Los miembros del consejo con IFRS pueden prevenir situaciones desfavorables con el fin de evitar las consecuencias de riesgos asumidos y con efectos desconocidos.
Por otro lado tenemos al inversionista, cuyo principal insumo son las cifras que se presentan en los estados financieros trimestrales y anuales de las empresas emisoras. Si no se tiene un grado de cumplimiento, tampoco se tendría una escala de confianza de los datos financieros presentados. Más que un indicador de cumplimiento, es un indicador de veracidad y confianza en las cifras e información revelada de la empresa.
La revisión de cumplimiento por parte de las instituciones regulatorias debería tener por objetivo el fomentar el control y seguimiento de IFRS dentro de la empresa, para llevar un sistema dinámico y transparente por el bien de todo el mercado.
Anteriormente las agrupaciones o colegios de contadores de cada país establecían sus criterios contables con base en sus experiencias e interpretaciones propias. De tal manera que, para llevar a cabo un registro contable determinado, primeramente aplicaban lo que establecía la norma local y en caso de que dicha norma no tocara el criterio contable deseado, entonces, por “supletoriedad”, se recurría a revisar y en su caso a aplicar los criterios internacionales de contabilidad.
Sin embargo, la contabilidad local originó que existieran diferencias significativas en los estados financieros de la misma empresa global con operaciones bajo los criterios vigentes en cada país; por lo tanto, se podrían obtener diferentes cálculos para el mismo tema. Es decir, bajo los principios de contabilidad de un país latinoamericano se podrían tener utilidades y bajo los principios contables de un país europeo se podrían tener pérdidas o viceversa, refiriéndose a la misma empresa y periodo reportado.
Por lo que IFRS es la forma de facilitar la homologación y comparación de resultados de las empresas, ya sea que desempeñen su actividad de negocios e inversión en diferentes países o continentes.
Las IFRS son el lenguaje global de los estados financieros de las empresas porque podemos saber el comportamiento o “salud” real de una empresa en Europa, en México o Asia y adicionalmente compararlas, porque registran bajo las mismas normas.
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/ fuente: elfinanciero.com.mx