Las pequeñas y medianas empresas esperan que avance la llamada ley Pyme 2.0. En medio de la campaña electoral, el Gobierno decidió impulsar las leyes Pyme 2.0 y de Promoción de Inversiones, que se suman a la propuesta para fomentar el empleo joven registrado.
El proyecto de ley Pyme 2.0, que se espera sea enviado al Congreso en los próximos días, se basa en la simplificación y menor presión tributaria para el sector.
Se plantea un esquema progresivo en Impuesto a las Ganancias para pymes, una Cuenta Única Tributaria para aprovechar saldos técnicos impositivos, aduaneros y cargas sociales, así como un paso menos gravoso del monotributo al régimen general.
En el proyecto de inversiones se proponen instrumentos para atraer capitales, locales y del exterior.
Desde la Unión Industrial Argentina (UIA) afirman que “en líneas generales es un buen proyecto”, pero “hubiera sido importante avanzar con esto antes, ya que el proyecto está dando vueltas desde hace varios meses”.
Y agregó: “La cuenta única tributaría y el fomento a las inversiones son elementos muy positivos. Sería importante poder incorporar también medidas que permitan recomponer los beneficios regionales del Decreto 814/01 y garantizar el financiamiento a las pymes a tasas y plazos equivalentes a las que existen en el resto del mundo”.
Por su parte, Gabriel Vienni, Director de Departamentos Técnicos de la entidad, señaló a El Cronista que, en paralelo, “hace falta poner en marcha medidas de corto plazo que permitan atravesar esta coyuntura delicada, dinamizando la actividad, brindando alivio fiscal a las PyMEs y recomponiendo el capital de trabajo”.
En esta línea la central fabril propone incorporar al proyecto mejoras en el financiamiento a pymes, institucionalizando, por ley, alguna línea de crédito productiva a tasa subsidiada como la LCIP que fue dada de baja a fines de 2018.
En cuanto a las economías regionales, la UIA vuelve a la carga con la restitución del decreto 814/01 de alícuotas diferenciales para contribuciones patronales, y trabajar en paralelo, el “adelantamiento del mínimo no imponible en los pagos a la seguridad social para actividades industriales radicadas en el interior del país.
Y a nivel tributario está pidiendo permitir un “uso inmediato de los saldos a favor” en el impuesto a los débitos y créditos bancarios, para evitrar que se licúen por la inflación, así que las pymes dejen de ser agentes de retención y percepción.
Respecto de la promoción de inversiones la principal objeción tiene que ver con el piso de u$s10 millones propuesta para recibir los beneficios. El objetivo es que “las pymes puedan acceder a los recursos y no se agote el beneficio rápidamente en pocos grandes proyectos”, señaló Vienni.
En tanto, Rodríguez indicó al matutino: “Sería importante que el proyecto asigne un cupo especial para empresas pequeñas y medianas que hagan inversiones menores al piso de 10 millones de dólares previstos por el proyecto”.