23 Jun 2015.- Por sexta vez en el año, el Tesoro colocó ayer bonos para financiar sus gastos corrientes. No le fue difícil hacerse de 5103,5 millones en un mercado al que le sobran los pesos, pero en los bancos la voracidad del Gobierno empieza a inquietar.
Según confiaron a LA NACION fuentes del mercado, ayer, en una reunión a puertas cerradas, varios banqueros manifestaron su nerviosismo porque cada vez es mayor la cantidad de pesos del sistema financiero que terminan en bonos del Tesoro, los Bonac. Incluso muchos manifestaron que están comenzando a desalentar la captación de plazos fijos de grandes empresas para evitar terminar colocando esos mismos pesos en bonos públicos. Después de todo, el historial del Tesoro como pagador no es el mejor.
El problema, señalan, es que el sistema no tiene mucha alternativa: los plazos fijos privados crecen a un ritmo de 33%, mientras que la demanda de préstamos se mantiene rezagada a 26,8 por ciento, con lo cual existe un excedente de pesos que la demanda privada no llega a absorber, que se vuelca en títulos del Banco Central -las Lebac- o se coloca ahora en las licitaciones cada vez mayores de Bonac.
El BCRA, por su parte, viene tomando varias medidas para alentar a los bancos a comprar Bonac, en detrimento de sus propias Lebac. Primero, redujo el cupo de las Lebac de corto plazo que vende a una tasa preestablecida, y en las últimas licitaciones optó por dejar gran cantidad de pesos afuera, no tomando todos los que le ofrecía el mercado o directamente dejando desierto algún tramo.
“Como el Central no puede tomar más deuda, el Tesoro empezó a endeudarse. Pero el riesgo no es el mismo: mientras que el Central nunca reestructuró, el Tesoro sí”, confiaban desde una entidad financiera de primera línea. “Por eso algunos bancos están hablando de dejar de tomar plazos fijos mayoristas, porque el riesgo es que esos pesos que te colocan a 30 días se los termines prestando al Tesoro en bonos a un año, y que encima en algún momento se reestructuren”, apuntó.
Ayer, ya en los bancos de primera línea se pagaba una tasa de entre 16 y 17% por plazos fijos de grandes empresas, cuando la tasa que se paga a los minoristas -regulada por el BCRA- se ubicaba más cerca del 24 por ciento anual. “Hay una trampa de liquidez -reafirmó otra fuente-. Mientras la gente siga renovando sus plazos fijos y los préstamos no se reactiven, los bancos no tienen dónde colocar esa plata. Y, mientras tanto, el Gobierno necesita financiar su déficit.”
En las entidades temen además quedar atrapados comprando bonos del Gobierno a un año y a una tasa de 27%, si llegaran a subir las tasas del mercado, algo que, descuentan, sucederá si es que hay un ajuste cambiario. En 2014, cuando el Gobierno devaluó, las tasas de interés pasaron de un día para el otro del 17 al 28% anual.
“Nadie quiere colocarse a largo plazo, porque si hay un ajuste cambiario, las tasas vuelan. Al menos, eso muestra la experiencia”, apuntó un banquero.
En el mercado bursátil, de hecho, hay una clara preferencia por las Lebac del BCRA en detrimento de los bonos del Tesoro. Así, letras por las que el BCRA paga una tasa de 27% anual en su licitación primaria en el mercado secundario se consiguen mucho más caras, a una tasa de 20% (el precio es inversamente proporcional a la tasa).
En su licitación de ayer, en tanto, Economía adjudicó Bonac por $ 5103 millones: $ 2323 millones a mayo de 2016; $ 1854 millones, a julio y $ 925.614 a septiembre del año próximo.
ECONOMÍA SACA VENTAJA DEL EXCESO DE PESOS
5103,5
Millones de pesos
Recaudó ayer el Tesoro con su sexta licitación de Bonac. En lo que va del año, lleva colocados títulos por 29.513 pesos
27%
Tasa de interés
Es la tasa que pagó Economía por los bonos a septiembre de 2016
17%
Tasa de interés
Es lo que pagan los bancos por los depósitos de grandes empresas/lanacion.com.ar