14-JUL-2014 La Unidad de Información Financiera remitió a la Justicia una investigación de lavado de activos en la que habrían intervenido el banco y la petrolera, entre otras entidades. Se investigan operaciones de cambio de divisas “sospechosas” el día del salto cambiario.
La Unidad de Información Financiera (UIF), remitió a la Justicia una investigación de lavado de activos en la que habrían intervenido el banco y la petrolera holandesa, el día de la devaluación de enero.
El pasado 8 de julio de 2014 la Unidad de Información Financiera (UIF) remitió a la Justicia Penal Económica una investigación de lavado de activos en la que habrían intervenido el banco HSBC y la empresa Shell, entre otras entidades bancarias.
Se investigaron operaciones de compraventa de moneda extranjera realizadas el día 23 de enero de 2014 a través del Mercado Único y Libre de Cambios, a un precio de $8,70 por unidad dólar, cuando el precio del mercado mayorista era de $7,20. Por ello, el banco obtuvo de esa operatoria de $65.785.857,00 cuando debería haber sido de $54.443.469,60.
En la investigación se advirtió la existencia de operaciones de cambio de divisas que fueron efectuadas a valores superiores en más de un 20% al último precio marcado, no resultando ello usual entre las operaciones del banco y la petrolera, ya que dicha operatoria forma parte de su actividad específica.
Según la UIF, las transacciones señaladas (compraventa de divisas) utilizaron un tipo de cambio mayor a las operaciones registradas por la entidad bancaria ese mismo día.
Al momento de realizarse la maniobra, el Banco Central ya había intervenido en el mercado de cambios fijando el tipo de cambio, resultando llamativo que no haya sido advertido por el HSBC, advirtió la entidad conducida por José “Pepe” Sbatella mediante un comunicado.
En la nota de prensa reproducida por La Política Online, la UIF se sorprende por “la falta de reclamo por parte de una empresa como Shell por el detrimento patrimonial sufrido y porque el mismo día en que el gobierno devaluó, y muy próximo en el tiempo, se efectuaron operaciones a cotizaciones también altas por otras entidades bancarias, pudiendo tratarse de una coalición de tenedores.
La UIF advirtió que se trata de operaciones sospechosas, donde resulta más que evidente la connivencia para ejecutar una transacción fuera de los límites de la legitimidad, obteniendo un provecho económico y colaborando a la desvalorización de la moneda nacional.
La entidad bancaria estaría obteniendo un provecho económico, el que resulta de la diferencia de cambio que surge de la operatoria, sumas que se estarían aplicando a la realización de nuevas operaciones efectuadas, en este caso, por el HSBC, alejando así el producto de su origen y canalizando mediante el funcionamiento normal de operaciones presumiblemente bancarias y/o de otro tipo.
Es decir, que el posible dinero mal habido se estaría reinvirtiendo en nuevas transacciones llevadas a cabo por la entidad bancaria, provocando así la circulación que caracteriza a la figura del lavado de activos, para devenir en una verdadera integración de los fondos ilícitos en la economía formal.
Según La Política Online, estas operaciones estarían involucradas en la denuncia efectuada oportunamente por la Procelac, donde se realizó una denuncia por el delito del artículo 309 del Código Penal siendo el mismo delito precedente del Lavado de activos, ya que se estaría atacando al orden económico y financiero de nuestro país.
Fuente: IProfesional.com