28 MAY 2015.- En medio de la huelga que paralizó esta semana el funcionamiento de los bancos y el paro que desde hace 23 días afecta al sector aceitero en reclamo de aumentos salariales por encima del tope oficial del 27%, el ministro de Economía, Axel Kicillof, intervino ayer personalmente en la discusión con los gremios de ambas actividades, aunque no logró convencerlos de cerrar sus paritarias en línea con las aspiraciones del Ejecutivo.
Kicillof, junto al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, recibió en su despacho y por separado a los referentes de la Federación gremial aceitera, que presionan por la aprobación oficial del preacuerdo que alcanzaron el viernes con las empresas del sector por una suba de 36%, y a la conducción de la Asociación Bancaria, que reclama un aumento del 33% más una compensación por los descuentos de Ganancias.
Si bien desde ambos sindicatos ratificaron su resistencia absoluta a cerrar las respectivas paritarias en el techo del 27%, la gestión de Kicillof facilitó un acercamiento con el gremio bancario, mientras se mantiene estancada la negociación con aceiteros. Al respecto, fuentes al tanto de las negociaciones deslizaron que, como alternativa para arribar a un entendimiento, desde el Ejecutivo propusieron a los bancarios un esquema consistente en una suba del 27,8% y una mejora adicional bajo el formato conceptual de un reparto de utilidades de los bancos. Ese adicional, que elevaría el incremento salarial total, se abonaría como una suma no remunerativa y de monto variable según la categoría del trabajador y estaría determinada en base a los últimos balances presentados por las entidades financieras.
Desde el entorno del titular de la AB, Sergio Palazzo, insistieron ante El Cronista en que “no hay aceptación del 27% ni de nada” y ratificaron los términos del comunicado oficial del gremio. Ese texto subrayó: “se nos solicitó una propuesta referida a una participación en la rentabilidad del sistema financiero que, sumada al aumento salarial, nos permita encontrar solución a nuestros reclamos. En ese sentido, mañana (por hoy) y tras el correspondiente estudio, se hará la presentación ante los ministros de Economía y Trabajo, esperando la debida respuesta en un lapso similar de tiempo”. En el sector prevén que, de destrabarse algunas diferencias, podría definirse el cierre de la paritaria antes del fin de semana.
Más complejo es el horizonte en la paritaria aceitera, donde la alternativa de apelar a un esquema de reparto de utilidades empresarias ya fue analizada semanas atrás y quedó descartada por las partes. En el encuentro de ayer, Kicillof defendió ante el titular de la federación gremial del sector, Daniel Yofra, la importancia del tope oficial para evitar alentar expectativas inflacionarias, pero sus argumentos no convencieron a la representación sindical, que insistió en que no firmará un aumento por debajo del 36% que había consensuado con las cámaras del sector.
“Kicillof nos dijo que dar el 28% es poner en riesgo la economía del país, según el criterio de ellos que no compartimos de que el aumento de los salarios genera inflación. Él escuchó cuáles eran nuestros argumentos y por lo menos se dio cuenta que tampoco somos extraterrestres pidiendo un salario digno”, indicó Yofra al término del encuentro, a la vez que ratificó la continuidad del paro que hoy cumple 23 días consecutivos./ cronista.com.ar