14 NOV 2014 La AFIP está haciendo realidad el sueño más acariciado por cualquier recaudador de impuestos: tuvo acceso a un listado con los nombres de 3.900 argentinos con cuentas secretas en Suiza y salió a la caza de presuntos evasores.
En estos días, la agencia tributaria está enviando cartas a las personas que figuran en la lista, en la cual se les notifica que el fisco nacional sabe que tienen en el sistema bancario suizo dinero no declarado y los “invita” a regularizar su situación.
Esa normalización implicaría la admisión de la evasión cometida y la repatriación de las divisas al sistema financiero local.
Claro que no siempre se cuenta con la identificación exacta del titular de la cuenta, por lo que las intimaciones del organismo de recaudación pueden llegar a veces afamiliares de los involucrados o a personas con el mismo apellido, pero que no necesariamente son los dueños del capital.
A este tipo de intimaciones masivas se las conoce en la jerga financiera como “fishing expeditions”. Literalmente, salir de pesca con la esperanza de que, una vez retirada la red, queden contribuyentes que acepten las condiciones exigidas por las autoridades argentinas.
Claro que la iniciativa de la AFIP no está exenta de polémica, tanto por la forma en la que fueron obtenidos estos datos como por las potestades que tiene la agencia estatal como para intimar a los titulares de estas cuentas.
En todo caso, lo que está ocurriendo en estos días tiene una fuerte significación política porque marca un punto de inflexión respecto del -hasta ahora- inquebrantable secreto bancario en ese país.
Más allá de que se consiga la repatriación de los fondos no declarados, el mensaje que está recibiendo el conjunto de los contribuyentes es que la AFIP está obteniendo éxito en su intento deextender la lupa fuera de fronteras, y con especial énfasis en los “paraísos fiscales”.
Un favor de Francia
La información con la que el organismo de recaudación cuenta y que fue el motor de las “invitaciones” enviadas a los contribuyentes no fue producto de un arduo trabajo, sino más bien de una “casualidad”.
Ocurre que la nómina fue provista por funcionarios de la Dirección General de Finanzas Públicas de Francia y contiene información fiscalmente relevante de contribuyentes argentinos en el exterior, en particular del país helvético.
Lo curioso es que este “operativo de pesca” se produjo antes de que el acuerdo de intercambio de información tributaria firmado entre la Argentina y Suiza fuera aprobado por ambos parlamentos e incluso, con anterioridad a que se pusieran en marcha (la fecha estimada es enero de 2015).
Más polémico aun es que las “fishing expeditions” están expresamente prohibidas por los acuerdos de intercambio de información que firma el organismo a cargo de Ricardo Echegaray con los países clave.
En efecto, la autoridad tributaria puede realizar fiscalizaciones e intimaciones puntuales, pero no se encuentra habilitada para utilizar los datos del intercambio como disparador de “intimaciones masivas” en busca de evasores.
/fuente: iprofesional.com