Representantes del Gobierno, directores de bancos púbicos, ejecutivos de compañías y emprendedores debatieron sobre la realidad del sector de las pequeñas y medianas empresas en el contexto actual de la Argentina.
De acuerdo con una revisión de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en julio, la producción de las pymes industriales cayó 7,3%, y de esta manera si se alcanzó el nivel más bajo de la serie desde su inicio, en antes de 2008. Los problemas son muchos, recurrentes y asfixiantes: inestabilidad cambiaria, presión impositiva y diversos elementos que ya llevaron a que la cadena de pagos esté en su punto más complicado de los últimos tiempos.
Dólar
Las pequeñas y medianas empresas que venden su producción al comercio minorista tienen serios problemas con la imparable carrera del dólar. Las que financiaron a sus clientes a 90 días, están comenzando a cobrar cheques de operaciones pactadas con una cotización de $24 por unidad, y ahora tienen que reponer materias primas con la divisa a $34. La diferencia es pérdida que no se puede descargar en ningún lado. Si aumentan los precios, caen las ventas.
Ese fue uno de los reclamos que escuchó el ministro de la Producción, Dante Sica, junto con el secretario de Industria, Fernando Grasso y el de Emprendedores y Pymes, Mariano Mayer, de directivos de 30 cámaras de los sectores considerados “sensibles”.
En este panorama el 68% de las pequeñas y medianas empresas tiene rota su cadena de pagos y considera que ése es el problema que más afecta a su compañía. El porcentaje es altísimo, en especial porque la dinámica habitual de las pymes en la Argentina es hacer malabares. Entre otras razones, por la competencia en negro.
Según datos del Observatorio Pyme en los últimos años las empresas nacionales de entre 10 y 50 personas conviven con crédito comercial negativo y eso explicaría, en parte, por qué en el país hay tan baja cantidad de pymes en relación con otros países incluso latinoamericanos y por qué, además, la mortandad y nacimiento de las mismas es tan bajo, siempre en base a esta investigación coordinada por el economista Vicente Donato.
La presión tributaria y los altos costos financieros son los principales problemas que mencionan las empresas relevadas.
“En la Argentina, hay más de 800.000 pymes que representan el 99% de las empresas existentes, generando el 70 por ciento del empleo formal, según datos del Ministerio de Producción. Si bien esto demuestra la importancia del sector para el desarrollo y crecimiento económico del país, lo cierto es que el año no comenzó de la mejor manera: en seis provincias subieron las alícuotas de Ingresos Brutos para comercios y servicios desalentando la actividad económica del sector”, indicó Camilo Alberto Kahale, Presidente de Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires.
Así se tira por la borda la ilusión de los beneficios de la Ley Pyme 27.264, aprobada en 2016. Entre otras cosas prometía menor presión tributaria, más créditos blandos, trámites más simples e incentivos fiscales a la inversión. Poco y nada de todo esto se concretó.