13 NOV 2014 La Coordinadora de Productores de Alimentos (COPAL) atribuyó a la elevada presión fiscal, la pérdida de competitividad que atraviesa a las exportaciones de alimentos y bebidas que registró en septiembre una caída del 13,8 por ciento.
Según los ejecutivos, la elevada presión fiscal en los tres niveles de gobierno, está produciendo una pérdida de competitividad que sumado a los costos de logística y financieros, provoca una caída en las exportaciones.
El presidente de la COPAL, Daniel Funes de Rioja, se mostró enfático al señalar que “le hemos planteado todos estos problemas a la Presidenta de la Nación, al ministro de Economía, al jefe de Gabinete, a la ministra de Industria y al secretario de Comercio pero aún no hemos tenido respuesta a nuestros reclamos”.
El directivo subrayó que “en adelante no solo se lo vamos a plantear cuantas veces sea necesario, sino que se lo vamos a hacer sentir”, para luego señalar que “vamos a llevar todos estos problemas a los candidatos presidenciales”.
“Si no hay una reforma tributaria y no se discute una nueva ley de coparticipación de impuestos va a ser muy difícil la actividad para las empresas a partir del año próximo. La mayoría de los sectores está al límite”, detalló Funes de Rioja.
Los empresarios se manifestaron muy preocupados por los efectos que tienen sobre la producción de alimentos y bebidas la alta carga tributaria y señalaron que “para el caso de los alimentos, la presión fiscal llega a representar hasta un 20 por ciento de la facturación y para el caso de las bebidas el 36,8 por ciento, debido al efecto de los impuestos internos”.
Los industriales destacaron que “en los últimos cinco años, 19 provincias incrementaron la presión tributaria sobre la industria denominada de extraña jurisdicción. Lo que más molesta a la producción industrial de alimentos es la incidencia por el resurgimiento de distintas tasas municipales, como las de seguridad e higiene, comercialización de envases, publicidad interior o las tasas de abasto”.
“La tasa de seguridad e higiene registra diferentes bases imponibles, diferentes alícuotasy montos a pagar, de acuerdo con algunos municipios”, comentó un industrial del interior.
“Se llegó al extremo de cobrar ingresos brutos sobre las exportaciones”, se quejó un industrial en declaraciones reproducidas por DyN.
En cuanto a los costos de logística pueden llegar a una incidencia del 25 por ciento según la actividad industrial. “Un envió de Mendoza a Buenos Aires cuesta lo mismo que el tramo Buenos Aires-Shangai”, expresó un industrial, para luego añadir que “un tren de Jujuy a Buenos Aires tarda 20 horas, lo que hace imposible la exportación de productos frescos”.
/fuente: iprofesional.com