21 OCT 2015 – La crisis de las economías regionales figura en todos los discursos de campaña, incluido el del oficialista Daniel Scioli. Pero el Gobierno K parece haber sacado por completo de su agenda la grave sangría de productores, que quiebran porque gastan más en producir de lo que cobran. Un relevamiento muestra este llamativo desinterés.
Entre Ríos: El Comité de Crisis de 13 entidades del agro escribió una carta abierta al gobernador Sergio Urribari. Le recuerdan que de las negociaciones iniciadas en junio pasado para aliviar la crisis no quedó nada en firme. El Gobierno propuso un convenio con YPF que no prosperó y un plan de salvataje con el Banco Nación que tampoco se concretó. En septiembre el propio Urribarri anunció que el Nuevo Banco de Entre Ríos establecería una línea de crédito para la cosecha gruesa. Se anotaron más de 2.000 productores, pero buena parte de ellos no calificó, “quedando fuera del sistema propuesto justamente los que más lo necesitan”.
Río Negro y Neuquén: La crisis de las peras y las manzanas viene anunciándose desde hace rato. En enero el sector firmó un acuerdo con cuatro ministros nacionales y los dos gobernadores implicados. Se anunció un fondo para levantar la cosecha de $ 300 millones, que muchos meses después no terminó de cancelarse. También se prometió elevar los reintegros de exportación del 5 a 10%, pero la medida no se cumplió. Ahora los productores volvieron a las protestas porque están descapitalizados y sin chances de hacer los tratamientos sanitarios (ver ‘bloqueo a YPF’). Los impuestos sólo se prorrogaron hasta fines de julio pasado.
Salta: El gobernador Juan Manuel Urtubey decretó al sector agrícola en emergencia e intentó gestiones con Axel Kicillof, pero el ministro de Economía ni siquiera contestó una carta que las entidades productivas salteñas le enviaron el 20 de agosto. Lo que se le pedía era la eliminación de retenciones que le quitan toda la rentabilidad al productor y una reestructuración de las deudas del sector (unos $ 3.500 millones), a fin de encarar la nueva siembra sin esa pesada mochila. Pero nada. La ayuda así quedó limitada al plano provincial, ya que Urtubey accedió a eximir al sector de Ingresos Brutos este año, y prorrogar otros vencimientos. También se pararon las intimaciones de Rentas.
Tucumán: Frente al flamante gobernador, Jorge Manzur, el agro negoció que se devolviese el crédito fiscal generado por una suerte de doble imposición por Ingresos Brutos. Son entre $ 800 y 1.000 millones que todavía no llegaron al bolsillo de los productores, aunque se está haciendo la gestión. También a nivel provincial se suspendieron las acciones judiciales. Pero la Nación brilla por su ausencia en esta crisis, pese a las promesas del ministro Carlos Casamiquela. Además de una rebaja de retenciones se pide un flete diferencial. La Rosada ni siquiera cumplió con su promesa de elevar un 2% la tasa de corte de las naftas con bioetanol, lo que hubiera permitido aliviar un poco las elevadas existencias de caña de azúcar, que deprime los precios al productor cañero.
Mendoza y San Juan: Desde 2012, en coincidencia con el cepo y las dificultades para exportar, el sector vitivinícola fue acumulando un elevado stock de vinos que pone en jaque a toda su economía. Este año la crisis estalló y los anuncios para aliviar esa situación se sucedieron. El más importante fue que la Nación aportaría 10 centavos de dólar por litro de vino destinado a la exportación, pero nunca se concretó. Tampoco llegaron los subsidios tan promocionados por Casamiquela, a quien los productores ya tildan de “mentiroso”. La industria más importante del Cuyo reclama un quite de retenciones y aumento de los reintegros hasta el 15%, además de una compensación a los fletes. Sobre eso, ni noticia.
/fuente: clarín.com.ar