27-ENE-2014 La devaluación del peso complica ya las duras discusiones salariales que se inician en las provincias.
En voz alta -los menos- o por lo bajo, los mandatarios admiten que la escalada del dólar y su consiguiente impacto en las góndolas redoblará las pretensiones de los gremios.
De hecho, ya los sindicatos del interior evalúan cuál será la nueva estrategia para pararse frente a los Ejecutivos, y en algunos distritos rechazan las paritarias de carácter anual y no descartan reclamar salarios indexados por la inflación.
“Como provincia, en lo que hace al turismo receptivo -donde se han visto valorizados los dólares con respecto a los precios internos-, nos beneficia, y también en lo que hace a la liquidación de nuestras regalías, pero hay que ver cómo se mantiene esta flotación porque sigue siendo controlada, más allá de que ahora cualquier ciudadano puede presentarse ante la AFIP para adquirir dólares”, dijo por caso el gobernador de Santa Cruz, el díscolo justicialista Daniel Peralta.
No obstante, el mandatario recalcó que “esto no quiere decir que no estemos preocupados por el impacto que puede tener sobre los precios y los salarios, porque provincias como la nuestra, que tienen en sus presupuestos un peso muy importante de los sueldos de los trabajadores públicos, queremos advertir que no va a ser fácil la negociación en paritarias”.
Por eso instó al Gobierno de Cristina de Kirchner a “ser muy serio en el control de los precios, no solamente en lo que hace a los precios controlados, que todavía no llegan a Santa Cruz, sino también en aquellos que tienen que ver con los incluidos en ese acuerdo”.
“Si el Gobierno nacional no se pone firme y duro con este tema, este ajuste -que es necesario para las economías regionales- nos va a traer problemas, porque aquello que por un lado es un beneficio, por el otro lado se va a convertir en un costo muy elevado”, enfatizó.
Por de pronto, en el distrito patagónico, la Asociación de Docentes de Santa Cruz (ADOSAC) anticipó que pedirá a Peralta que los sueldos sean actualizados en función de los índices inflacionarios.
“Ante este nuevo esquema cambiario, el precio del dólar beneficia particularmente a las provincias petroleras, pero no al consumidor, ante la depreciación del peso que estamos experimentando”, argumentó el titular de ADOSAC, Pedro Cormack.
El dirigente, además, enfatizó que ante el incremento que podrían experimentar las regalías hidrocarburíferas -rebote positivo de la suba del dólar oficial-, “habrá excelentes condiciones para que el Estado haga una oferta acorde a los trabajadores estatales”.
En Buenos Aires, en tanto, estatales y docentes bonaerenses ya rediscuten los planteos que elevarán al gobernador Daniel Scioli frente a la abrupta devaluación del peso, en la antesala de una convocatoria a paritarias que aún no se concretó. En esa línea, estudian reclamar una suba salarial de no menos del 35% y bucean en la posibilidad de pedir una cláusula que habilite la reapertura de la paritaria durante el año, para hacer frente a la inflación.
En este marco, Peralta consideró que “a todos, en mayor o menor medida, nos sorprendió la fijación del precio del dólar en los niveles que según el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro de Economía, Axel Kicillof, consideran aceptables para el desenvolvimiento de la economía del país”.
Por una senda similar transitó otro mandatario distanciado de la Casa Rosada, en este caso el peronista crítico de Córdoba, José Manuel de la Sota. ” No debe de haber ni un argentino que no esté preocupado”, afirmó.
Fuente: ambito.com