Una de las series de televisión que más comentarios generó este año fue la producción británica “Years and Years”. En ella plantean los cambios políticos, tecnológicos y sociales que se presentarán en los próximos años, tratando de hacer “futurología” de una manera seria a partir de los gobiernos de extrema derecha, como en el caso de Estados Unidos, o los regímenes comunistas como el de China. También hace un análisis de cómo la información puede ser manipulada y el avance de las redes sociales.
En los aspectos de la vida diaria hace referencia a las profesiones que desaparecen o que deben adaptarse, desde los cajeros de supermercados o agentes de viaje que se vuelven cada vez menos necesarios y la multiplicación de los cadetes solicitados a través de aplicaciones móviles, algo que ya vemos hoy. También hace referencia a lo que sucede con uno de los personajes principales, la contadora Celeste Bisme-Lyons, que ve cómo sus clientes pasan a ser menos al ser reemplazada por software de cálculos de impuestos.
Durante 2013 la Universidad de Oxford realizó un estudio en el cual se determinó que la profesión de Contador Público y Auditor tienen un 98% de probabilidad de ser reemplazada por el uso de robots, y las personas que se dedican a calcular impuestos su probabilidad de reemplazo es del 99%. También, el resto de nuestras profesiones (Licenciados en Administración, en Economía, en Recursos Humanos, en Comercialización y Actuarios) no son ajenos a la problemática.
La tendencia es que los trabajos administrativos, incluida la contabilidad, serán automatizados por robots, sobre todo en aquellas tareas rutinarias y predecibles como, la emisión de facturas y hasta la realización de pagos.
Ante este panorama la pregunta es ¿Cuál es el futuro de nuestros profesionales? Lamentablemente parece ser que para aquellos profesionales que sólo se dedican al registro de movimientos contables con procesos mecánicos las probabilidades de que sean reemplazados por robots son muy altas.
Pero ejercer la contaduría va más allá de sólo procesos mecánicos por lo que estas automatizaciones pueden ser un beneficio para que el Profesional en Ciencias Económicas realice actividades con mayor valor agregado y no se enfoque en el desarrollo de actividades monótonas y repetitivas.
Tareas como interpretación de estados financieros, análisis de costos en las líneas de producción, planteamiento de escenarios financieros, estrategias de planeamiento tributario, entre otros, serán donde los profesionales deberán poner mayor atención. Por lo que es una gran oportunidad para que la profesión tenga un crecimiento.
Capacitación y actualización
Hoy en día un graduado en ciencias económicas es un profesional con perfil integral, cuya labor es guiar estratégicamente a las empresas realizando análisis de sus datos financieros apoyados en las nuevas tecnologías. Las actividades que desarrollan día a día sirven para la toma de decisiones que favorecen el rumbo de cualquier negocio.
Las empresas que saben cómo hacer negocios en estos tiempos y que buscan tener un crecimiento sólido en el mercado, tienen dentro de sus prioridades contar con especialistas en las ciencias económicas que sean eficientes y que aprovechen las mejores oportunidades para la gestión de sus recursos.