25 SEP 2014 Cerró ayer para la venta a $ 15,95 tras tocar los 16, y se distanció 89% del oficial; mediante la venta de reservas, el BCRA mantiene aplanada la cotización mayorista en $ 8,42
La cotización para la venta del dólar en el denominado mercado paralelo rozó ayer los $ 16, es decir, ya casi duplica el valor que le reconoce el Banco Central (BCRA) al comprárselo por la ventanilla formal a exportadores.
La diferencia, explicativa por sí sola de la marcada reticencia que éstos muestran a desprenderse de las divisas, alcanzó un nuevo pico ayer -superior al 89%- al escalar otros 50 centavos (o 3,2%) el precio del billete para operaciones en negro mientras se mantuvo amesetado el vendedor mayorista a $ 8,42 por ventas del BCRA (se desprendió de unos US$ 10 millones) para evitar variaciones. A su vez, la brecha entre el dólar paralelo y el que surge de las operaciones de atesoramiento (oficial más 20%, 10,14 pesos) ya supera el 57%, lo que no hace más que incentivar esa demanda hasta elevarla a niveles que superan, incluso, los registrados cuando se reanudaron parcialmente estas operaciones tras 25 meses de prohibición
De hecho, por ventanillas de bancos y agencias de cambio ya se expidieron en lo que va de septiembre US$ 325 millones, lo que supone un nuevo récord para un mes (cuando restan aún cinco ruedas para cerrarlo), casi 20% del total vendido de los US$ 1637 millones por este concepto en los casi nueve meses de reapertura del cepo. Por su parte, el paralelo también le sacó al dólar turista o tarjeta (oficial más el adelanto impositivo del 35%, es decir $ 11,41) una diferencia que roza el 40%, lo que actúa como un aliciente para concretar nuevamente consumos en el exterior.
Como se verá, la reticencia de la oferta y la exacerbación de la demanda forman parte de una especie de tormenta cambiaria perfecta que pone a diario más presión sobre las menguadas reservas del BCRA.
El organismo, pese a que comenzó a recibir y a computar para el cálculo de esa tenencia los yuanes de su par de China y pudo reportar una mejora de US$ 5 millones, atesora unos US$ 28.221 millones, 2378 millones menos de los que tenía al comenzar el presente año y pese a que mantiene pisados o cuotificados los pagos por importaciones.
La escalada no responde a razones de mercado, según explican los propios operadores, sino al creciente cuadro de incertidumbre que favorece las conductas especulativas.
Versiones y brote especulativo
En este sentido, no pasó inadvertido un rumor que indicaba que, desde el próximo lunes, los pagos de importaciones deberían ser cursados por el mercado local de capitales, en lo que implicaría un desdoblamiento de facto del mercado cambiario.
La especie provocó una desmentida oficial por duplicado: del propio BCRA y del Ministerio de Economía, que ratificaron que “la única modalidad legal para el pago de importaciones es a través del mercado de cambios oficial”, y desmintieron la posibilidad de realizar estas operatorias a través de canales informales o alternativos.
Las operaciones bursátiles para cambiar monedas son las que han impulsado en las últimas semanas reiterados récords de la Bolsa y máximos entre los bonos en dólares, aun aquellos cuyo pago está bloqueado. Se trata de cotizaciones en pesos que se ven alentadas por los valores implícitos del tipo de cambio que se validan. Éstos ayer se mantuvieron en torno a $ 14,50 sólo porque la Anses evitó, mediante venta de cartera, que sigan escalando.
A esa plaza acuden las empresas que tienen deudas comerciales con el exterior y no reciben aprobación oficial para girar los pagos, lo que las pone frente al riesgo de perder proveedores o sufrir sanciones de sus casas matrices o empresas vinculadas. El problema es que al validar un dólar 72% superior tienden a trasladar ese sobrecosto a los precios, lo que realimenta la inercia inflacionaria y la mantiene elevada aun en el marco de la aguda recesión actual.
Un costoso círculo vicioso
Pagos pisados
Tras mantener pisados los pagos de importaciones, el Gobierno intenta ahora cuotificarlos. Liberó US$ 25 millones para compras de automotrices y US$ 30 millones para fabricantes de electrónica por semana
Ventanilla chica
El intento de regularización parcial de estos envíos choca con la negativa a liberar divisas para el pago de deudas comerciales. El 51,4% de la deuda que el sector privado tiene con el exterior corresponde a proveedores
Efecto inflacionario
Esto llevó a muchas empresas a hacerse de dólares a través de la Bolsa, validando una paridad cambiaria de $ 14,50 que luego derrama sobre los precios.
/fuente: lanacion.com.ar