10 OCT 2014 En medio de las tensiones cambiarias, el gobierno emitió una norma que obliga a las aseguradoras a informar los pasivos en moneda extranjera a septiembre pasado, lo que tras el pedido informal a las grandes compañías para que vendan bonos soberanos en dólares y bajar el contado con liquidación, fue tomado por las compañías como la formalidad previa a solicitarles que se desprendan del excedente de su activo en divisas (títulos públicos) respecto del pasivo informado.
La Comunicación 4222 de la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN) requiere a las aseguradoras el detalle de sus “pasivos nacidos en obligaciones de contratos en moneda extranjera conforme lo previsto en el artículo 33 de la Ley 20.091, existentes al 30 de septiembre de 2014”. Se trata de las reservas técnicas y de siniestros pendientes en moneda extranjera para cumplir con sus obligaciones con los asegurados.
En cinco días hábiles, deberán informar el subramo, la moneda, el total del pasivo expresado en la moneda original y en pesos y los planes. Pero no los plazos de los pasivos.
La SSN tiene acceso a las carteras de inversiones y a los balances, pero no a los pasivos desagregados.
“El mercado supone que van a decir que si tenés tanto en pasivos en dólares, necesitás sólo tal cantidad de activos en dólares”, dijo una aseguradora. Y se especula con que la SSN podría sacar una norma general como la que obligó a los bancos a reducir su posición de moneda extranjera del 70% promedio al 30% y luego al 20%.
“Al hacerte vender, no te hacen descalzar el pasivo. Pero los bonos en dólares te dan mayor resguardo y seguridad”, agregó. Los balances de las aseguradoras quedarían más expuestos al riesgo de devaluación.
La SSN no respondió las consultas de este diario.
Pero la reticencia de Anses a seguir desprendiéndose de bonos en dólares para bajar el contado con liquidación (Mariva, su principal sociedad de bolsa, fue suspendida por el gobierno), deja el rol de bajar las cotizaciones paralelas del dólar al sector privado.
Y las aseguradoras ya tuvo que repatriar sus inversiones a fines de 2011, a las puertas del cepo cambiario. Y debe destinar un 14% de su cartera en activos del inciso k, de baja rentabilidad.
El sector estima que el objetivo de esta norma es la tenencia de las compañías de retiro y de ART, cuyas obligaciones están atadas al peso, cuentan con carteras grandes con alta exposición a los bonos y, por lo tanto, sobrecalzadas en términos de activos en moneda extranjera. Y que ayer y anteayer pudieron haber puesto algún impedimento a la venta de títulos solicitada por Economía.
En tanto, las compañías de seguros patrimoniales estaban preocupadas por los pasivos contingentes y obligaciones en pesos pero atadas al dólar que podrían quedar descalzadas ante una eventual obligación de vender bonos. Las empresas de vida cuentan con pólizas emitidas en dólares.
“El regulador puede cambiar las reglas de juego; es el riesgo al que está sujeto el negocio local”, dijo otra asegurada. “Por vender los bonos a pérdida, la rentabilidad del trimestre anterior se arruina en este trimestre. Y si hay una devaluación, te licúa el capital”, agregó.
Pero ayuda al gobierno, la cartera de títulos con cotización es de $ 29.008 millones, un 24% del total (desde 17% en patrimoniales hasta 30% en retiro). De esta masa, una porción está atada a la brecha cambiaria. Según el sector, parte de unos $ 7.300 millones para todo el mercado. “Si te liquidan 50 millones por día, te destruyen el liqui”, dijeron. El liqui perdió más del 5% en los últimos dos días.
/fuente: cronista.com.ar