09 ENE 2015 A partir de los controles desplegados por distintos organismos del Gobierno para impedir la compra y venta paralela de moneda extranjera en la city porteña, las denominadas “cuevas” o financieras que se dedican a esta actividad se vieron obligadas a cambiar sus hábitos para evitar los allanamientos y las inspecciones. Muchas, por ejemplo, se mudan una vez al mes, llevándose las computadoras y hasta cambiando de línea telefónica.
Por una cuestión estratégica, se mudan a pocas cuadras, dentro del microcentro, ya que deben estar bien ubicadas dentro de la zona “caliente” donde se comercializa moneda extranjera de manera ilegal. Las mudanzas mensuales generan un mayor gasto a los dueños de las cuevas, quienes lo trasladan a precio para no perder margen de ganancias.
Esto provocó que se haya duplicado la diferencia entre el precio de compra y el de venta, que antes era de dos y ahora es de cinco centavos. Por lo tanto, el mínimo que cobran hoy a sus mejores clientes es de diez centavos de spread, para hacer su diferencia.
Según reseña el diario El Cronista, el sitio DolarBlue marca una brecha actual para los intermediarios de 90 centavos: $12,85 para la compra y $ 13,75 para la venta. La pizarra, según esa página, se agranda más con el dólar green que comercializan los llamados arbolitos de Florida y de Lavalle, que compran a $12,70 y venden a $13,95. En el caso del euro suele haber más brecha que con el dólar, ya que está a $15,18 para la compra y $16,25 para la venta.
Lo cierto es que la “guerra” contra las “cuevas” de la city está declarada y el Gobierno ya advirtió que los controles durante este año se intensificarán.
Esta semana, el director del Banco Central Pedro Biscay dijo que se procurará “sostener el nivel de reservas monetarias alcanzado, que es bien consistente con respecto a los objetivos y planes proyectados para 2015”, a la vez que se planea “combatir fervientemente las acciones ilegales vinculadas a la cotización del dólar blue o ilegal”.
“Lo que hemos visto en el último tramo del 2014 -agregó- es que la diferencia de cotización entre el dólar legal y el ilegal fue reduciéndose progresivamente, a partir de que se fueron implementando las políticas de control y supervisión de todos los organismos del sistema financiero sobre la actividad cambiaria, y se trabajó en forma coherente y consistente en reducir las expectativas devaluacionistas de algunos actores del mercado”, sostuvo Biscay.
/ infobae.com